"El fútbol mixto sería un error"

Pregunta. ¿El fútbol ha dejado de ser un coto masculino?

Respuesta. Cada vez hay más mujeres que practican este deporte. Es cierto que no ha sido fácil. Ha habido que luchar contra muchos prejuicios, pero cada vez hay más equipos femeninos.

P. Pero son minoría.

R. Sí, estamos hablando de un deporte que es muy joven. Todavía cuesta que las niñas elijan el fútbol como deporte.

P. Está relacionado con el fútbol femenino desde hace años. ¿Lo ha buscado o le ha venido?

R. El primer contacto apareció a través de una colaboración con el que fue antes el seleccionador y después han venido las posibilidades de ir trabajando en el Levante, que es uno de los mejores equipos de la Superliga.

P. ¿Se ha especializado en el fútbol femenino o es sólo un episodio en su carrera?

R. Es cierto que llega el momento del cambio, pero lo que he vivido y aprendido con ellas, futbolística y personalmente, no me lo quita nadie. Trabajar con mujeres es una experiencia muy buena.

P. ¿Tiene una sustantividad concreta entrenar mujeres u hombres?

R. Es tan diferente como lo son un hombre y una mujer. Las motivaciones son parecidas, tal vez superiores en las mujeres porque siempre están intentando demostrar que podían jugar a mayor nivel y buscando el reconocimiento de la sociedad.

P. ¿Los rendimientos son iguales o no, como arguyen los detractores?

R. Siempre caemos en el error de la comparación entre el fútbol masculino y femenino. Se trata del mismo deporte pero las características son distintas. Las mujeres disponen de menos fuerza que los hombres -es un componente genético- y eso afecta a nivel físico.

P. ¿Lo ideal no sería un fútbol mixto?

R. El fútbol mixto sería un error. Hay grandes diferencias entre hombres y mujeres. Está bien como está, con equipos masculinos y femeninos. Lo que habría que hacer es potenciar la práctica del deporte femenino.

P. ¿Está peor pagado?

R. Cuando un deporte tiene menos repercusión mediática el impacto económico es menor y por tanto su retribución también.

P. ¿Tiene públicos distintos?

R. Creo que no. Sí que es cierto que ser el público puede ser más familiar, pero para nosotros, al tener dos equipos, uno masculino y otro femenino, acaba siendo el mismo.

P. Ha entrenado hombres y mujeres. ¿Son más fáciles de llevar unos que otras o no?

R. Son diferentes. Hay aspectos positivos y negativos de entrenar mujeres.

P. ¿No es muy joven para tener tanta responsabilidad?

R. Me encuentro muy integrado en el grupo y en el club y para mí no supone responsabilidad.

P. Tiene edad para jugar al fútbol. ¿Por qué entrena?

R. Tal vez porque llegó un momento de mi carrera futbolística que tuve una lesión en la rodilla y aproveché para estudiar para entrenador.

P. ¿No hay entrenadoras? R. Sí que hay, pero hay que avanzar un poco más, y no sólo en fútbol sino también en baloncesto. La mujer también va a coger poco a poco ese ámbito. Tiene muchas posibilidades y todas las capacidades para hacerlo. P. ¿Entrenar un equipo femenino le hace más sensible a la problemática de la mujer? R. Posiblemente ves los problemas desde más cerca y con otra visión. Lo ves desde dentro. Trabajar con mujeres te permite conocerlas mejor.