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Reportaje:

Pasos hacia otras latitudes

Manterol compra un operador polaco, Importaco piensa en nuevas plantas y Porvasal descarta producir fuera

El nuevo escenario económico obliga a los empresarios a revisar estrategias para evitar quedarse en la cuneta. Una parte de la economía valenciana, tradicionalmente exportadora, vive -e incluso sufre- este reto en primera persona. La internacionalización e incluso la deslocalización aparecen, en este contexto, como pasos necesarios para muchas de estas empresas.

¿Qué proponen las empresas valencianas? ¿Cuáles son sus apuestas de internacionalización? Francisco Pons, presidente de Importaco (especializada en frutos secos), Nicolás Terol, director general de Manterol (firma de textil hogar) y Vicente Lambies, presidente de Porvasal (fabricante de vajillas de porcelana para hostelería) explicaron sus estrategias recientemente en una mesa redonda organizada dentro del programa formativo de EDEM (Escuela de Dirección de Empresas del Mediterráneo).

"Tenemos que ser más grandes, si no realmente lo tenemos muy difícil"
Hace falta paciencia al entrar en un mercado y "aguantar el tirón de los primeros años"

Los empresarios argumentaron, entre otras cuestiones, su presencia física en países extranjeros en la necesidad de acercarse a los mercados en los que trabajan, tanto por una cuestión de reducción de costes como de aproximación a los clientes y sus necesidades. También insistieron en que la internacionalización en su etapa de implantación en un país extranjero es un paso que se debe acometer con cautela y también con paciencia para "aguantar el tirón de los primeros años", en palabras de Francisco Pons.

Durante el debate se realizaron numerosas referencias a China, "la fábrica de occidente", como la definió Vicente Lambies. Un país al que muchas empresas recurren para subcontratar producción pero que presenta más dificultades para algunas firmas que deciden implantarse con una estructura productiva, sobre todo si para ello recurren a aliarse con un socio local. El presidente de Porvasal, entre otras cuestiones, pidió a la administración apoyo para que se cumplan las mismas reglas de juego. En general, la apuesta por el control accionarial al asociarse en el extranjero quedó clara. Pero también Polonia, país en el que tanto Importaco como Manterol tienen presencia, ocupó parte del debate. Es un mercado de 40 millones de habitantes, cifra que crece hasta 150 millones con los países de alrededor, y con un potencial de crecimiento reconocido.

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Otro punto importante para abordar los mercados internacionales es el tamaño. Nicolás Terol destaca la necesidad de que los empresarios cambien de mentalidad y empiecen a tomar decisiones en este sentido. "Tenemos que ser más grandes, si no, realmente lo tenemos muy difícil", resumió. Puntos comunes de tres trayectorias y estrategias empresariales muy diferentes.

- Importaco. Quiere ampliar su presencia en Europa con nuevas plantas.

La materia prima con la que trabaja Importaco hace que la gestión de este negocio no esté exenta de sobresaltos. La empresa trabaja para reducir al máximo las sorpresas en un proceso muy ligado a su internacionalización. Francisco Pons defiende que internacionalización también es comprar materia prima en el exterior, una actividad que la empresa inició hace tiempo cuando, como consecuencia de un año de mala cosecha, la empresa recurrió a comprar en el exterior lo que hasta aquel momento adquiría en la zona.

El aprendizaje internacional ha estado lleno de baches. El empresario recordó, por ejemplo, que en una ocasión se compró cacao de Tailandia a un corredor valenciano y cuando llegó al puerto de Barcelona el 99% de la mercancía se había echado a perder. El porcentaje se redujo al 45% en un segundo cargamento y con el tiempo se ha conseguido engrasar el engranaje.

La firma se replanteó a mediados de los años 90 su estrategia y optó por crear una marca propia -Casa Pons- para abordar otros mercados. Decidió entonces internacionalizar la empresa y no sólo las compras. Concretar la decisión llevó dos o tres años de estudio y búsqueda hasta que Importaco compró el 60% de una firma polaca, cuyo dueño asumió a partir de entonces la dirección general. Importaco no habla de deslocalizar, ya que mantiene su apuesta por la actividad en Valencia, sino de localizar también su actividad allí en los mercados en los que tienen interés de permanencia. Pons anunció, en esta línea, que su idea es tener en Europa dos o tres plantas más como la de Polonia en un plazo de cinco o seis años.

- Manterol. Compra en Polonia un operador que tiene ocho punto de venta al público.

Firma netamente exportadora, Manterol vende sus productos en 75 países y exporta alrededor del 45% de su producción. Europa absorbe el 90% de sus exportaciones. La empresa de Ontinyent ha reducido en los últimos tiempos el peso de su producción propia y prevé que ésta suponga el 50% de lo que facturen en unos años, la oferta de calidad alta, de mayor valor añadido. Nicolás Terol habla de multilocalización, fabricar determinados productos "donde más interese".

Manterol forma parte de un sector que está en el ojo del huracán de los problemas que atenazan a la industria tradicional valenciana y, por ello, la firma es consciente de la necesidad de moverse rápido. Una de sus principales líneas de trabajo busca acercarse al consumidor, "que es donde están los márgenes", explica su director general.

Manterol tiene dos filiales de comercialización en el exterior, una en Turquía -parada tras sufrir en 2001 la devaluación de la moneda local- y la segunda en Colombia, de cuya evolución está satisfecha. La firma ha identificado sus mercados estratégicos sobre los que priorizará acciones. Esta línea de trabajo está suponiendo el refuerzo de sus dos filiales y también la compra de un operador polaco, que tiene ocho puntos de venta en el país, en su mayor parte corners en galerías de muebles. Una nueva experiencia que la empresa quiere ampliar hasta alcanzar las 30 tiendas en 2008. Otra novedad es la apertura de una oficina en China.

Manterol también quiere potenciar su marca para fortalecer su presencia exterior. Marca que combina con la apuesta de la firma por la fabricación de productos bajo licencia. La firma, además, ha constituido recientemente una sociedad con seis empresas valencianas de textil hogar para "atacar" el mercado mexicano.

- Porvasal. Ha descartado implantarse fuera para fabricar y subcontrata parte de producción

Porvasal tenía dos líneas de trabajo -las vajillas para el hogar y las destinadas a la hostelería- hasta que la competencia de países emergentes les decidió a abandonar la primer área de negocio, según explicó Vicente Lambies, presidente de la firma con sede en Chiva. Desde entonces, Porvasal centra su actividad en la vajilla para hostelería, donde la reposición es fundamental al igual que lo es el servicio, un aspecto en el que ni China puede competir. "Invertimos bastante en el sistema informático para tener respuestas muy rápidas a los pedidos y fue la solución idónea para nosotros". La solución de continuidad para una empresa que ha descartado irse a fabricar fuera y que subcontrata en el extranjero "aquellos productos que tienen mejor valor añadido" y que suman alrededor del 20% del total. El empresario insistió durante su intervención en la conveniencia de especializarse en servicio y en la apuesta por el diálogo social, explicar a los trabajadores los pasos que se van dando en la empresa.

Lambies también explicó que la firma vivió dos experiencias en Italia e Inglaterra que finalmente abandonaron. También ha "sufrido el proceso de internacionalización de una compañía" -el grupo portugués Sanindusa- que el año pasado compró su fábrica Unisán, ubicada en Manises y dedicada a cerámica sanitaria.

Tras la puesta en común de las tres experiencias, y en algún caso a preguntas del público se insistió, entre otras cuestiones, en la necesidad de que los sectores trabajen y debatan "para hacer más fácil el paso de la situación actual a la futura", según Pons.

En el apartado laboral, los empresarios constataron dificultades en determinadas ocasiones para encontrar personal que cubran algunos puestos de trabajo e insistieron en la desconexión que existe muchas veces entre el mundo empresarial y el de la formación. También se puso sobre la mesa que el conocimiento de idiomas sigue siendo una asignatura tan pendiente como necesaria.

"Esto no es una crisis como ha habido otras, es una reestructuración de mercados a todos los niveles, y o acoplamos nuestras estructuras y nuestras organizaciones a los tiempo o vamos a encontrarnos con verdaderos problemas", dijo durante el debate Terol.

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