"La tecnología frena la creatividad"
Incendiario, volcánico, infeccioso... son algunos de los muchos adjetivos que se suelen utilizar para calificar la sonoridad danzante del saxo de Maceo Parker. El que fuera mano derecha de James Brown acaba de pasar un larga temporada cubriendo las espaldas a otro padrino de la música afroamericana, aquel que vuelve a llamarse Prince. Maceo Parker regresa ahora con una nueva grabación bajo el brazo: School's In! (BHM/Indigo) y anuncia una gira por España para la segunda semana de julio.
"La idea de School's In! nació en la gira con Prince", explica Maceo Parker con un dinamismo juvenil que se contradice frontalmente con sus 62 años recién cumplidos. "Cada vez que yo tenía que hacer un solo, Prince gritaba esa frase para llamar la atención del resto de músicos y decirles que escucharan para aprender cosas nuevas. Eso me dio la idea de hacer un disco en el que pudiera enseñar algo a la gente".
"Prince escribió una canción y pensó que el saxo ideal para tocarla era yo, así que me llamó. La relación fue magnífica"
"Los músicos no dedican suficiente tiempo a estudiar y practicar con su instrumento. Los ordenadores lo facilitan todo".
Ante tal afirmación, la pregunta resulta obvia: ¿qué puede enseñar Maceo Parker a las nuevas generaciones? "Muy sencillo: cómo hacer las cosas", prosigue el saxofonista. "Enseñar cómo las he hecho yo en mis cuarenta años de carrera y cómo creo que deben hacerse. Hoy los jóvenes músicos no dedican suficiente tiempo a estudiar y practicar con su instrumento. Los ordenadores lo facilitan todo: puedes reproducir una flauta o una batería con un solo dedo. Eso hace que los músicos sean más gandules; en mi época dedicábamos mucho tiempo al estudio para después subir al escenario y mostrar todo ese trabajo".
La afirmación del saxofonista de Carolina del Norte parece apuntar a un enfrentamiento con la tecnología. "A corto plazo, la utilización de la tecnología es buena pero a medio o largo plazo será negativa porque frena la creatividad".
En su nueva grabación, Maceo Parker se presenta como Catedrático de Estudios Funkológicos de la Universidad del Funk, título ganado a pulso en la gira Musicology de Prince. "Prince escribió una canción y pensó que el saxo ideal para tocarla era yo, así que me llamó. La relación fue magnífica, Prince participó también en mi disco Dial M.A.C.E.O. y después surgieron las actuaciones. Tenemos planes para colaborar en el futuro. Me siento muy orgulloso de que Prince, al que considero un genio, me llamara".
Prince es la última aventura de un Maceo Parker que, ya en la década de los sesenta, fue la punta del iceberg del apabullante grupo de James Brown. "Son dos genios muy similares, aunque Prince se mueva a caballo de muchos estilos, mientras que Brown siempre ha sido fiel al funk. Prince toca también muchos instrumentos y los toca todos bien, mientras que Brown sólo toca un poco el órgano. En el resto son muy similares, y la reacción del público en los conciertos con Prince ha sido parecida a la que teníamos cuando James Brown era joven y todavía era un bailarín muy ágil". Maceo Parker es esencialmente saxofonista, pero en sus trabajos la voz tiene una presencia cada vez mayor. "Me gusta improvisar letras para provocar al público, pero cuando canto una canción de otro me ciño a la letra que ya tenía una intención cuando se escribió".
El rap, de la mano de su hijo Corey, se ha ido introduciendo también en su música. "Me gusta el rap positivo, el que habla de paz, amor y armonía, el que busca que los hombres se entiendan. En cambio, no me gusta el rap negativo. En la sociedad afroamericana actual, el rap tiene el mismo papel que tenía el funk en los años setenta. Además, el ritmo del rap está basado en el funk, las letras asumen el papel de los instrumentos, por eso me gusta mezclarlos. Es un buen matrimonio, añade a nuestra música un factor poético. La gente presta atención a lo que dicen las letras y no se queda todo en simplemente bailar".
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