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La nueva norma sobre el mal de la 'lengua azul' pone en peligro un millar de festejos taurinos

La Unión de Criadores de Toros de Lidia dice que el sector vive su peor crisis

Ginés Donaire

La nueva normativa que el Ministerio de Agricultura prepara para combatir la enfermedad de la lengua azul, que entrará en vigor el 1 de abril, tiene en jaque a los más de 1.000 festejos taurinos que se celebran cada año en Andalucía. La Unión de Criadores de Toros de Lidia asegura que la prohibición de la comercialización de la carne de las corridas hará inviables al 75% de los espectáculos taurinos, en especial los de plazas modestas y festejos populares. El sector habla de la crisis más grave desde la creación de la Unión de Criadores de Toros de Lidia hace 100 años.

Andalucía posee un total de 265 fincas (el 48,5% del conjunto nacional) dedicadas a la cría de toros de lidia, con más de 165.000 hectáreas y buena parte de las 5,5 millones de cabeza de ganado bovino que hay censadas en España. Es también la comunidad más afectada por la normativa sobre la lengua azul, puesto que el último año se celebraron 1.095 festejos taurinos. El sector de los toros de lidia mueve al año unos 11 millones de euros.

La enfermedad ganadera de la lengua azul (causada por la picadura de un mosquito frecuente en Marruecos) se declaró en Cádiz el año pasado y ha afectado casi en exclusiva a comarcas andaluzas. Sus síntomas son similares a las de una gripe en humanos (es un virus, pero no es contagioso), y sus efectos pueden ser especialmente graves en corderos (en Andalucía se han vacunado a medio millón de ejemplares). Sin embargo las tasas de mortalidad y enfermedad han sido muy bajas (menos del 1% de la cabaña), entre otras cosas por las férreas normas de inmovilización del ganado marcadas por la Unión Europea, que ha impedido el movimiento de casi 12 millones de ovejas, 1,8 millones de cabras y una cifra similar de vacas y toros en las comarcas afectadas.

En invierno (con el frío, el mosquito que origina la enfermedad desaparece) el Ministerio de Agricultura suavizó las restricciones y permitió el movimiento de ganado en varias comarcas afectadas (no en las zonas más próximas a los focos declarados), para aliviar la precaria situación económica de los ganaderos, en unos casos por la falta de cebaderos en las zonas restringidas y en otros por la escasez de mataderos, ante la imposibilidad de derivar ganado a otras comunidades.

En cuanto al ganado de lidia, la normativa actual, en vigor hasta el próximo 1 de abril, prevé los movimientos desde explotaciones ubicadas en la zona restringida con destino a espectáculos taurinos sólo en el caso de que éstos sean corridas de toros o novilladas, pero no contempla los casos de corridas de rejones, becerradas, encierros, festejos precedidos de encierros o festejos populares, muy habituales en numerosas localidades de la comunidad. Esta normativa ya suponía un incremento de costes, porque todos los animales deben ser sacrificados en las plazas de destino, incluido los sobreros, los rechazados en reconocimiento o los presentados a festejos suspendidos.

En abril debe entrar en vigor una nueva normativa. Y el anuncio de que permitirá los movimientos (con control veterinario), pero prohibirá la comercialización de la carne de lidia ha suscitado la alarma del sector. Al igual que ocurriera en la temporada 2001 con el mal de las vacas locas, la Unión de Criadores de Toros de Lidia cree que esta situación provocaría importantes pérdidas económicas, sobre todo en ferias modestas, plazas de tercera y cuarta categoría o festejos populares, es decir, alrededor del 75% de los espectáculos, lo que haría peligrar su viabilidad. Además, la nueva regulación contemplará el regreso de los animales que no mueran en la plaza a las explotaciones de origen, otorgando autoridad a las comunidades autónomas para que decidan sobre el transporte del ganado y sus requisitos.

Caída libre

La asamblea de la Unión de Criadores, celebrada en días pasados en Sevilla, concluyó con la inquietud de que la normativa "deja en caída libre al segundo espectáculo de masas de España". La Unión de Criadores alertó de que esta situación "puede llevar a un serio quebranto empresarial y profesional" para el 60% de las ganaderías, toda vez que 196 de ellas, de las 331 localizadas en España, están en las provincias andaluzas inicialmente restringidas por la enfermedad.

Por ello, los criadores no descartan emprender acciones de protesta si la situación no se normaliza en todo el Estado. La Unión de Criadores agrupa en la actualidad a más del 50% del censo de la raza bovina de lidia en España y es proveedora de más del 70% de los festejos mayores que se celebran anualmente en España y Francia.

Por su parte, la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, ha manifestado que su departamento "está trabajando para que se celebren los festejos taurinos sin elevar los riesgos de extender la enfermedad de la lengua azul entre la cabaña ganadera no afectada". La titular del Ministerio de Agricultura indicó que se establecerán las "medidas oportunas" para que el movimiento de los animales, como los toros de lidia, que se encuentran en el área restringida de la lengua azul no pueda suponer un riesgo para el resto del territorio nacional libre de la enfermedad, y así se puedan desarrollar los festejos taurinos. No obstante, afirmó que la prioridad del Ministerio es defender los intereses del sector de la cabaña ganadera, frente a los del sector del ganado de lidia.

La ministra reiteró que no se puede "comprometer" la sanidad de todo el sector ganadero por el movimiento de toros de lidia de las zonas restringidas debido a la lengua azul a áreas libres, con el fin de podar celebrar festejos taurinos.

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