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Reportaje:

Del recuerdo de la tragedia de Heysel al gran derby de Milán

El Liverpool y el Juventus se reencuentran en la Liga de Campeones 20 años después del drama de Bruselas, con 39 aficionados muertos

Santiago Segurola

Los cuartos de final de la Copa de Europa están marcados por dos tipos de emociones. Una, la que se produce en un derby de gran calado: Milan-Inter. La otra, por el inevitable recuerdo de una tragedia que ha marcado al fútbol. Veinte años después de la catástrofe de Heysel, donde 39 personas (38, hinchas del Juventus) murieron por la violencia de los hooligans del Liverpool, el equipo inglés vuelve a encontrarse con el italiano.

MILAN-INTER Apoteosis en San Siro

Pocos partidos reúnen más atractivos que el Milan-Inter. A un lado, el Milan, una máquina bien programada que ha ganado la Copa de Europa en los años sesenta, ochenta, noventa y en la primera década de este siglo. Ahora es la referencia indiscutible del fútbol italiano. Una colección de veteranos, pero todavía excelentes defensas -Cafú, Nesta, Maldini y Kaladze-, protege con eficacia a un centro del campo presidido por Pirlo, antiguo media punta. La designación de Pirlo como medio centro es contracultural en Italia. Jugador creativo, con un discreto bagaje defensivo, Pirlo sólo se suele acompañar por un centrocampista de brega. Es Gattuso, jugador inteligente para comprender la naturaleza de su trabajo: proteger a Pirlo. Porque Seedorf y Kaká, uno generalmente desde el costado izquierdo y el otro desde la media punta, son jugadores de ataque. En el caso de Kaká, un futbolista extraordinario: se desplaza por todos los sectores del campo y lo hace con velocidad y criterio. No le falta gol. Es un pasador de primera. Si tiene que inventar, también lo hace. Delante, Shevchenko es una bala mortífera. En la punta, Hernán Crespo ha recuperado algo del prestigio que perdió en el Chelsea.

El Inter ganó dos Copas de Europa en los años sesenta, dirigido por Helenio Herrera desde el banquillo y por Luis Suárez desde el césped. Rigor defensivo, contragolpe y magníficos jugadores: Picci, Facchetti, Corso y Mazzola. Desde entonces, el Inter ha sido una máquina de gastar dinero y desaprovechar jugadores. Ahora recuerda a un envejecido Lazio. De allí proceden Mihailovic, Verón (tras su penoso paso por el Manchester y el Chelsea) y Stankovic. El Inter es un magma inexcrutable con dos delanteros que pueden torcer cualquier eliminatoria: uno es Vieri; el otro, Adriano, el arrollador brasileño que destrozó al Oporto.

CHELSEA-BAYERN Eficacia contra eficacia

El Chelsea se enfrenta al Bayern, un adversario temible. El equipo alemán es un clásico de la Copa de Europa. No teme a nadie. Va en sus genes. Llega de eliminar al Arsenal. Ahora vuelve a Londres, donde le espera el más incómodo de los equipos. El Chelsea es una roca con un aroma italiano. Gran disciplina táctica, paciencia infinita, precisión en los contragolpes y una dureza sorprendentemente permitida por los árbitros. Y jugadores que van de buenos a estupendos: Cech, Carvalho, Lampard, Cole, Robben, Duff y Drogba. Los del Bayern tienen menos vuelo, pero eso importa poco en un equipo siempre temible.

LIVERPOOL-JUVENTUS El horror al fondo

El Liverpool puede por fin disfrutar de la competición que le hizo prestigioso. Y también tendrá que afrontar su peor pesadilla, la que protagonizaron sus hooligans en el estadio Heysel, de Bruselas, en los minutos previos a la final de la Copa de Europa frente al Juventus. Murieron 39 personas. Veinte años después vuelven a medirse en la misma competición. Dirigidos por Rafa Benítez, los reds sufren bajas notables: Xabi Alonso y Cissé especialmente. Es un equipo discreto que rara vez ha alcanzado algo de vuelo esta temporada. La Juve ha eliminado al Madrid con un fútbol mediocre, pero es indiscutible favorita. Recuperará a Nedved y se fiará de su robusto sistema defensivo. El resto correra a cargo de la calidad de Ibrahimovic y la capacidad rematadora de Trezeguet.

LYÓN-PSV EINDHOVEN Los tapados

Es la eliminatoria con menos brillo, pero el Lyón comienza a ganar partidarios como aspirante al título. Equipo veloz, de grandes atletas, vive en estado de gracia. Sostenido por tres solventes centrocampistas, Essien, Diarra y Juninho Pernambucano, la delantera marca goles con gran facilidad, sobre todo a través de los ágiles Gouvou y Wiltord. El PSV Eindhoven ha llegado sin hacer apenas ruido a los cuartos de final. Está en su elemento. No parece un equipo temible. En la defensa destaca el brasileño Álex, Van Bommel es un eficaz conductor, Cocú aporta experiencia y tiro de media distancia y los delanteros Hesselink y Farfán cumplen con su trabajo.

Meerdink, internacional del AZ.
Meerdink, internacional del AZ.AP

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