Gesta del Barça en Moscú
El equipo azulgrana, con un juego sensacional, rompe la racha de 42 triunfos del CSKA
Al equipo que nadie le gana lo sometió el Barcelona. Lo hizo con la misma autoridad con la que el CSKA ruso ha alargado su impresionante racha de victorias. 42 acumulaba, toda una temporada. Y 13 meses habían transcurrido desde la última vez que cedió en su pista moscovita. Frente a esas credenciales y a un equipo con un arsenal de espléndidos jugadores, emergió el mejor Barcelona, el que no se veía desde hacía mucho tiempo, tanto como el que lleva convalenciente Dueñas y como el que ha permanecido expuesto a la crisis directiva que arrambló con entrenadores, gerentes y jefes de su organigrama y convirtió el Palau en un infierno para el presidente Joan Laporta.
En la pista del favorito a ganar la Euroliga, en la ciudad donde se celebrará la final four del 6 al 8 de mayo, el Barcelona volvió a encajar sus piezas. Recuperó así el equilibrio defensivo y reboteador que le permite encomendarse en las certeras manos de Bodiroga y Navarro, dos jugadores ofensivos como pocos en Europa. El jugador serbio volvió a ser el hombre que toma el balón en los instantes más comprometidos, lo conduce, le busca las vueltas a la defensa rival y generalmente acaba anotando o provocando faltas, cuando no ambas cosas. Navarro sacó a relucir su impresionante mezcla de sangre fría, destreza y puntería.
CSKA MOSCÚ 68 - BARCELONA 79
CSKA de Moscú: Brown (16), Holden (12), Granger (5), Dikudis (9), Andersen (9) -equipo inicial-; Papalukas (4), Monya (6), Muursepp (4), Savrasenko (3) y Panov (0).
Winterthur Barcelona: Ilievski (10), Navarro (15), De la Fuente (0), Fucka (11), Davis (9) -equipo inicial-; Bodiroga (18), Gasol (2), Drejer (4) y Zizic (10).
Árbitros: Pitsilkas, Tsanidis y Anakarali. Eliminaron por faltas personales a Davis (m.38).
Universal Sports Club de Moscú. Unos 8.000 espectadores.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
23-14
12-23
13-24
20-18
Para que las dos estrellas del Barcelona sacaran punta a sus reconocidas cualidades, el equipo azulgrana desplegó un juego de conjunto que le permitió sobrevivir a un nefasto inicio. Planteó unas defensas alternativas que descentraron a los tiradores del CSKA, especialmente a Granger, que no tuvo su día. La inferioridad de los pívots azulgrana no fue tanta gracias a que Davis y Zizic se aplicaron en la tarea de robarles rebotes a jugadores más altos que ellos como Andersen, Dikudis y Savrasenko. Y Marc Gasol, con siete rebotes en 11 minutos, acabó de despegar al Barça, que arrasó en el segundo y en el tercer cuarto y entró en el último con una ventaja (48-61) que administró muy bien. La victoria del Barça exige al Madrid a rendir al límite para no perder la pugna por la clasificación.
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