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Crítica:FERIA DE VALENCIA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Dos novilleros con oficio y beneficio

Las orejas cortadas por Morenito de Aranda y Álvaro Justo fueron orejas de peso. Pedidas con razón y concedidas en justicia. Orejas de las que valen. De ésas que nadie pone en duda. Que todo el mundo reconoce.

La que cortó Morenito al cuarto, novillo mal picado que desbordó la lidia en el primer tercio y no fue fácil de banderillear, tuvo su mérito. Una embestida a golpes secos. Topaba, más bien. Una pisada firme y un oficio de novillero maduro fueron las armas infalibles en este caso de Morenito. Por la derecha, los recursos de buen conocedor de novillo con tan poca entrega. Por la izquierda incluso llegó a lucir. Sometió y obligó por ese lado, hasta conseguir momentos de muy buen toreo. En cualquier caso, faena bien plantada y planteada. Y un Morenito siempre dueño de la situación.

Collado / Aranda, Justo, Martí

Novillos de Hermanos Collado Ruiz. Justos los tres primeros, más hechos el resto. Medidos de fuerzas, sin clase y mansones. Morenito de Aranda: Media baja (saludos); estocada contraria (oreja). Álvaro Justo: Entera baja (saludos); Estocada algo trasera (oreja). Raúl Martí: Entera caída y trasera y descabello (vuelta); casi entera atravesada que asoma -aviso- y dos descabellos (vuelta). Plaza de Valencia. 13 de marzo. Segunda de Feria. Más de media plaza.

La otra oreja de la tarde fue a las manos de Álvaro Justo en el quinto, que manseó de salida. Y un detalle de ese punto de mansedumbre, algo disimulada, del conjunto de la novillada: primero, tercero y quinto recibieron el primer puyazo del picador que hacia puerta. Un simple detalle. Pero muy elocuente.

Ese quinto, sin embargo, destapó un buen son por el pitón derecho. Bien templado, Álvaro Justo se rebozó de novillo en un toreo de gusto y regusto. Faena que adquirió compromiso desde el primer muletazo. También faena dificultada por el lado izquierdo. Por ahí, el de Collado Ruiz se venía directo al cuerpo. En este caso, también el buen oficio del novillero resultó definitivo para dominar y ganar la partida.

El oficio de Morenito y Justo en sus primeros novillos fue, incluso, más determinante. No había opción para la brillantez, mas sí para la buena lidia. Morenito la puso en práctica en el que abrió plaza. Novillo sin raza, también ayuno de clase. Así mismo, sin mayores complicaciones. Y siempre una impresión de novillero hecho y derecho. Maduro. Poco lucimiento tuvo una labor que, sin embargo, estuvo muy trabajada. De empeño.

Poco le faltó al segundo de la tarde para volver por donde había salido. Se derrumbó un par de veces, pero se libró por los pelos. Salvado por la campana, llegó a tener mucha movilidad en la muleta. Algo tobillero, buscó pronto las vueltas. En esta ocasión, la faena de Álvaro Justo estuvo muy pendiente de las formas. De componer. De la estética. Agobió tanto ese novillo al final, que se puso complicado. Hasta hacer pasar a Justo por ciertos apuros. No hubo vencedor ni vencido.

Debutaba con picadores Raúl Martí, otro torero valenciano surgido de la huerta. De Foios, concretamente. Martí es torero de llegada rápida al tendido. Alegre. De concepción populista. Su primero no fue fácil para novillero principiante. Sin humillar, también bastante pendiente del torero, puso a prueba a éste en todo momento. Mal estilo, en fin, el del novillo. La voltereta llegó sin poder evitarla. Una paliza que no subió a mayores de verdadero milagro. Maltrecho, con una brecha en la frente y un varetazo en el muslo, acabó como pudo con la pesadilla.

El novillo que cerró la tarde tampoco tuvo entrega y acabó en la muleta con media arrancada. La faena tuvo voluntad. Pero faltaron recursos. Más que toreo existió lucha. Desigual en todo caso. Muy apoyado por el paisanaje, Martí echó adelante un compromiso que terminó con dignidad. Con las banderillas no utilizó grandes efectos. Intentó cuadrar en la cara, pero la ejecución resultó muy desigual. Salvó la papeleta, que no era fácil.

Raúl Martí pasó por serios apuros durante la faena al tercer novillo de la tarde.
Raúl Martí pasó por serios apuros durante la faena al tercer novillo de la tarde.MÓNICA TORRES

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