Melodías majestuosas

Con el respaldo de sus cuatro millones de discos vendidos, Keane se reivindicó ante una embebida parroquia madrileña como grupo del momento, gracias al extraordinario modo de hacer en escena de este trío, especialista en melodías majestuosas. Con la extraordinaria voz de Tom Chaplin y los exquisitos teclados de Tim Rice-Oxley, el trío -ayudado de unos pocos samplers de armonías-, regaló los oídos de sus fieles seguidores con las canciones de su único disco, Hopes & Fears, recurriendo a recuperar el tema Allemande, que aparecía en la cara B de su sencillo This is the last time, y a estrenar dos temas nuevos -Nothing in your way y Hamburg song-, que pueden plantear alguna duda acerca de si están a la altura de los de su primer disco. Entregados, grandiosos y felices con su suerte, la actuación fue tan excelente que sólo había espacio para polemizar con que si Somewhere only we know o Everybody's changing son tan buenas o mejores que Sunshine o Bend and Break. Porque lo que sí quedó claro es que cuando un grupo es tan bueno como Keane no hay crisis discográfica que valga. Sus casi 90.000 copias vendidas en España son el mejor argumento para diluir cualquier duda.