Falta de civismo y de convivencia
L'Hospitalet de Llobregat fue una de las primeras ciudades catalanas en aprobar una declaración para promover el civismo entre los ciudadanos. El Ayuntamiento se gastó millones de euros en publicitar la campaña L'Hospitalet por el civismo en la que se instaba a los ciudadanos a trabajar por la convivencia y el mantenimiento del municipio.
Pero todo ha caído en saco roto con la llegada de vecinos molestos que me obligan a irme de mi propia casa. Cada fin de semana es una fiesta que se alarga desde el sábado por la mañana hasta la noche del domingo. El fin de semana se ha convertido, para mi, en una pesadilla.
A la llamada insistente a la Guardia Urbana un sábado por la noche, la respuesta es "no tenemos efectivos para enviarle". La solución: marcharme de una ciudad en la que prácticamente he nacido, estudiado y trabajado porque en mi casa ya no se puede vivir.
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