Una muestra reúne 80 obras de Gustave Doré, "el creador del imaginario literario universal"

Gustave Doré (Estrasburgo, Francia 1832-1873), el más popular de los ilustradores, plasmó en imágenes más de 400 libros entre ellos la Biblia, El Quijote o El infierno, de Dante. "Su obra está tan difundida que el imaginario literario universal ha quedado fijado por sus ilustraciones. Su influencia iconográfica ha llegado incluso al cine y muchas producciones de Hollywood beben de su visión de las grandes obras", comentó ayer Enmanuele Guigón, comisario de la muestra que reúne 80 obras de Doré y que se inaugurará hoy en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Gustave Doré. Obras de la colección del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Estrasburgo es el título de la exposición que incluye dibujos, grabados, acuarelas, óleos y las primeras ediciones de algunas de las grandes obras de la literatura que ilustró el artista francés, apuntó ayer la consejera de Cultura, Rosa Torres. Las 80 obras han sido seleccionadas por Enmanuelle Guigón entre las 378 obras y 400 libros ilustrados por Doré que posee el Museo de Estrasburgo. La exposición, patrocinada por Caja Duero y con la colaboración de la Consejería de Cultura, estará en el Museo de Bellas Artes de Sevilla hasta el 30 de abril.

"Doré es el más conocido, célebre y prolífico de los ilustradores de todos los tiempos. Vivió tan sólo 51 años, pero realizó más de 10.000 ilustraciones. Tenía un ambicioso proyecto que era ilustrar las grandes obras de la literatura universal", comentó Guigón. La única obra española que ilustró fue El Quijote, aunque el artista visitó en varias ocasiones España y en 1862 ilustró el libro Viaje a España, de Charles Davillier. La muestra incluye caricaturas y dibujos de juventud como Álbum de 28 dibujos, una serie de fábulas con personificación de animales que realizó con sólo 10 años. Doré tuvo tanto éxito con sus caricaturas que llegó a París con 14 años con un contrato como ilustrador para el Journal pour rire, una de cuyas portadas puede verse en esta muestra; así como el libro Historia de la santa Rusia (1854), un precedente del tebeo.