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Reportaje:FÚTBOL | Vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones

La obsesión del contragolpe

El entrenador italiano insiste en que su equipo debe atacar con precaución para evitar los zarpazos de Ronaldo

Diego Torres

El Juventus vive un conflicto de intereses. Tiene que meter dos goles como mínimo para clasificarse, y tiene que cuidarse de Ronaldo al mismo tiempo. Una tarea difícil. El entrenador italiano, Fabio Capello, avisa de que su equipo no lanzará un ataque indiscriminado porque el Madrid no lo perdonaría. Tal vez sea una señal engañosa, pero en las palabras de Capello late la preocupación por Ronaldo, un delantero que puede finiquitar la eliminatoria buscando espacios vacíos, si se los dejan.

"Hay que estar muy atentos en fase defensiva", dijo Capello; "porque no podemos permitir al Madrid hacer contragolpes, que es aquello que hace mejor. Tenemos que jugar con una gran atención. Tenemos que atacar porque tenemos que hacer dos goles, pero con cuidado porque si fallas, si le concedemos la posibilidad de cogernos a contrapié, el Madrid es un equipo que te castiga".

Figo: "Si el brasileño brilla es por el trabajo de todo el equipo, sin nosotros no sería nadie"

El Madrid ha cambiado y en las declaraciones de Capello se revela esta percepción. El técnico friulano sabe bien que su ex equipo no es el que recuerdan los veteranos. No es un grupo que juega, como dice Helguera, "con alegría". El Madrid actual es un conjunto que maneja el contragolpe de una forma muy particular. Se disfraza con futbolistas de toque, de elaboración, y luego se esconde en la cueva donde ya cuenta con una línea defensiva sólida que prefiere esperar en el área a tirar el fuera de juego. Cuando tiene la pelota no da muchos pases: con Beckham, Zidane o Figo, tiende a lanzar a Ronado. "Nosotros jugamos bien al contragolpe", admite Luxemburgo; "y la Juve también".

Capello sabe que tiene que evitar dejar huecos porque Ronaldo está en forma. Sabe que Ronaldo es la pieza sobre la que ha girado el Madrid en los últimos dos años. Con el brasileño, el equipo practica un juego que, posiblemente, no sea el que se corresponde con su tradición de posesión de pelota. De hecho, el Madrid ha ganado las últimas tres Copas de Europa, en 1998, 2000 y 2002, elaborando las jugadas hasta el último toque. El nuevo estilo, abanderado por Ronaldo, sólo tiene un título: la Liga de 2003.

Cuando Di Vaio, el delantero del Valencia, analiza el punto fuerte del Madrid, su veredicto es el mismo que emite Capello: "Cuidado con el contragolpe". Quiere decir: cuidado con Ronaldo. Ayer Figo ponderó el valor del goleador, que desde el último fin de semana pasa por un momento de resurgimiento. "Ronaldo es muy importante pero no es todo el equipo", opinó el portugués. "Si brilla es porque nosotros, todo el conjunto, trabajamos para que sea así. Es normal que funcione mejor fuera de casa, porque por nuestras cualidades, cuando nos defendemos, aprovecha los espacios. Pero sin nosotros, Ronaldo no sería nadie".

Puede que sin el Madrid Ronaldo no sea nadie. Lo que es seguro es que el Madrid, sin Ronaldo, es mucho menos. Sobre todo -y esto lo admite Figo- fuera de casa. Hoy la Juve le vigilará con Emerson, Thuram y Cannavaro. Un triángulo experto en defender. Tres tipos que se la saben todas y tienen todos los recursos posibles. Emerson, o Capataz, como le llaman en la selección de Brasil, es el administrador general. Es el que quita y reparte. Un admirador fervoroso, junto con Cannavaro, de raperos como Eminem, Snoop Dogg o Mario Winans. El ex central del Inter. Es el encargado de animar al vestuario con estos músicos. Cambiarse en el vestuario de la Juve es someterse a las reglas del DJ Cannavaro, un tipo rápido y potente que cree que el hip hop es una buena base para prepararse mentalmente para el fútbol entendido como una contienda callejera. Su tema favorito de Eminem es Soldados. La antítesis de Thuram. Frente al brasileño Ronaldo, el francés, que se coloca con maestría, buscará la anticipación antes que el cuerpo a cuerpo. Thuram prefiere a Beethoven.

En estos hombres confía Capello la suerte de la eliminatoria. Confía tanto en ellos que hasta hoy no les mencionará nada del Madrid. "No hemos hablado ni un momento del Madrid", comentó; "es demasiado importante como para hablar. El equipo sabe lo fundamental que es este partido; lo tiene metido en la cabeza".

Preguntado ayer sobre la estrategia que seguirá, el técnico no desmintió que su intención sea conservadora a pesar de la urgencia de marcar. Esto puede incluir la búsqueda de un solo gol para, igualada la eliminatoria, después aguantar hasta los penaltis. "Ya practicaremos el lanzamiento de los penaltis en el hotel", bromeó; "con la consola de la Play Station".

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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