Un protagonista inesperado
La supuesta presencia de Batasuna tras las candidaturas de Aukera Guztiak (Todas las Opciones) divide a los demás partidos
Aún no ha logrado reunir las 17.994 firmas que necesita para concurrir como agrupación de electores en las tres provincias de Euskadi y tampoco se conoce quiénes integrarán sus listas. Sin embargo, la plataforma Aukera Guztiak (Todas las Opciones), nacida hace una semana, se ha situado en el centro de la precampaña electoral vasca.
Sus promotores, personas conocidas del ámbito de la cultura vasca, sobre todo, afirman que su único objetivo es el que anuncia en euskera su nombre: que todas las opciones puedan participar en los comicios del 17 de abril. Pero desde otras atalayas, especialmente el PP, se considera que AG es la lista blanca con la que Batasuna intenta sortear la muerte civil a la que le condenó en 2003 la Ley de Partidos.
Esta vez, la formación de Arnaldo Otegi no ha recurrido como en ocasiones anteriores a agrupaciones interpuestas, como fueron Autodeterminaziorako Bilgunea (AuB), en las municipales de 2003, o Herritarren Zerrenda (HZ), en las europeas de 2004. Conocedora por los antecedentes de la dificultad de burlar la ilegalización, y nada dispuesta a dar el paso de desmarcarse de ETA, Batasuna ha optado esta vez por no intentar camuflarse, pese a saber que el propósito anunciado de presentar sus propias listas es un brindis al sol. En estas circunstancias, todas las miradas se han dirigido hacia AG.
Entre las diez personas que presentaron la plataforma en Bilbao hay simpatizantes con las posiciones de la izquierda abertzale, pero sin vinculación conocida con Batasuna. La justicia tendrá que examinar si tampoco la tienen los 75 candidatos que dará a conocer el domingo o quienes los avalen con sus firmas. Sin embargo, las fuerzas políticas ya han entablado una encendida polémica sobre si debe o no permitírsele participar en los comicios.
El PP está convencido de que AG "forma parte de la estrategia de Batasuna". Cree que la vana tentativa de ésta por ir con sus listas es una maniobra para desviar la atención y blanquear su lista alternativa y se muestra preocupado por la supuesta falta de diligencia del Gobierno para atajar esa posibilidad.
Unas declaraciones del secretario general del PSE-EE de Vizcaya, José Antonio Pastor, que prejuzgó a AG como una opción "tan legítima como otra cualquiera", han avivado el recelo del PP y obligado al secretario de Política Autonómica del PSOE, Alfonso Perales, a reprender a su compañero y recalcar que no corresponde a estos partidos, sino a la Justicia, establecer quién puede o no presentarse a las elecciones.
La polémica es prematura, pero se explica por las importantes consecuencias que puede tener el que AG concurra y permita dar utilidad parlamentaria a los votos de la izquierda abertzale. Por lo pronto, Batasuna no ha recibido a la plataforma como usurpadora o de forma inamistosa, lo que ha alimentado la hipótesis que ya circula ampliamente en los círculos políticos vascos: que el último día de campaña, los dirigentes de la formación ilegalizada pidan a sus simpatizantes que voten las listas de AG, convirtiendo unos sufragios nulos testimoniales en escaños matemáticamente operativos.
Esta eventualidad inquieta al PNV y a EA, por más que en su discurso oficial deploren la ilegalización de Batasuna. Y, en la misma medida, se ve con expectación desde el PSE. Porque las esperanzas de la coalición nacionalista de alcanzar la mayoría absoluta en la Cámara vasca dependen en gran medida de que los siete parlamentarios que tenía Batasuna queden amortizados. La puesta en valor de todos o parte de estos escaños a través de AG rompería todos los cálculos previos al 17-A.
Pero antes, Aukera Guztiak, que no ha admitido preguntas en sus comparecencias, deberá pasar la prueba que las anteriores plataformas, pese a proclamar su independencia de Batasuna, no superaron: expresar sin ambages su rechazo a la violencia de ETA.
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