El líder del PRI pide unidad para recuperar el poder en México
Madrazo se perfila como favorito a obtener la candidatura de las presidenciales de 2006
El principal adversario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) es la división interna, advierte su presidente, Roberto Madrazo. "Con unidad, el PRI puede recuperar Los Pinos [sede de la Presidencia de México]. Sin unidad, no. Un partido dividido no es competitivo". Con esta premisa, más de 6.000 delegados del partido que gobernó México durante 70 años, hasta 2000, se han reunido en la ciudad de Puebla.
La 19ª Asamblea Nacional del PRI tratará de consensuar el proceso de elección del candidato a las presidenciales de 2006. El PRI quiere volver a gobernar, afirma su líder, que dice sentirse cada día más cerca de la socialdemocracia.
El cónclave no llega en el mejor momento para el partido, acosado por divisiones internas que se recrudecen a medida que se acerca la campaña electoral. Roberto Madrazo se perfila como el favorito para convertirse en el candidato del PRI: se crió en una familia priísta y es hijo de Carlos Alberto Madrazo, gobernador del Estado de Tabasco en los años 50, que presidió el partido e intentó sin éxito varias reformas, como acabar con la designación a dedo del candidato presidencial, conocida como dedazo y murió en un sospechoso accidente aéreo. El hijo siguió los pasos del padre, fue gobernador de Tabasco y es el actual presidente del PRI. Para dirimir las diferencias y elegir al candidato presidencial, Roberto Madrazo sostiene que "el método que puede lograr consenso es la consulta directa a la militancia". Es decir, es partidario de elecciones primarias abiertas. Por una razón de peso: "Mi padre luchó por eso".
Está por ver si la asamblea de Puebla cohesionará el PRI, como asegura Madrazo, o mostrará en toda su crudeza las ambiciones de los distintos caudillos. "Habrá debate y no ruptura", pronostica el presidente del partido, que calcula que la hora de la verdad será en julio, cuando se produzca la proclamación del candidato. Hasta entonces, la batalla será feroz, según coinciden varios analistas. El Código de Ética Partidaria, uno de los documentos que discuten los delegados priístas, exige a los candidatos evitar la guerra sucia contra los adversarios. "Queremos presentar un partido que vaya sin candados y con una gran apertura hacia fuera", dice Madrazo.
El canto a la unidad del partido es, de momento, más un deseo que una realidad. No sólo hay varios aspirantes a presidente de la República, sino que un grupo gobernadores, encabezado por el del Estado de México, Arturo Montiel, ha creado una plataforma que tiene como lema Todos unidos contra Madrazo o TUCOM. Al presidente no le quita el sueño este embrión de candidatura, aunque sí le sorprendió que hubiera tantos aspirantes a la presidencia. Lo más importante, subraya, es que "entre la gente hay una clara percepción de que el PRI vuelve".
Además de Montiel, Madrazo tiene otros adversarios como Enrique Jackson, jefe del grupo parlamentario priísta en el Senado, que cuenta con el respaldo de otro grupo de gobernadores, y Manuel Angel Nuñez, gobernador saliente de Hidalgo, que encabeza un grupo de poder dentro del PRI. Por encima de todos, la enemiga principal del presidente es Elba Esther Gordillo, secretaria general del PRI y alma del sindicato de maestros, el más poderoso de América Latina, con más de un millón de afiliados. Los estatutos del partido señalan que si el presidente deja el cargo, para ser candidato presidencial, por ejemplo, será reemplazado por el secretario general. Un sector de dirigentes y gobernadores pretende reformar el artículo en cuestión para cerrar el paso a Esther Gordillo.
Pese a las divisiones internas y la falta de un liderazgo incuestionable como en los viejos tiempos, el PRI ha ido recuperando terreno, según muestran las encuestas, que siguen dominadas por el alcalde del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, precandidato del Partido de la Revolución Democrática. La presencia del alcalde en la carrera electoral depende de lo que vote la Cámara de Diputados sobre la petición de desafuero presentada por la Fiscalía de la República, por un supuesto delito de poca monta.
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