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Crónica:FÚTBOL | 26ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Lío rojiblanco

El Racing remonta al Atlético, que cambia tres veces de esquema y se queda en tierra de nadie

El Atlético se queda en el limbo. En algún lugar intermedio entre los extremos, flotando en el éter de la clasificación, vagando, blando, por los caminos que no conducen a ningún lugar. A su fútbol indefinido - ¿qué se pretende?, ¿tocar?, ¿jugar al contragolpe? ¿depende del día?- corresponde un lugar en la tabla conocido en el argot como tierra de nadie. Tan lejos de Europa como del descenso. Sin grandes expectativas a más de diez partidos del final, con un entrenador incomprendido y que no comprende y una plantilla con severos problemas de credibilidad. Por cierto, Ibagaza fue sustituido en el minuto 45.

A César Ferrando no le gustaban Regueiro y Regragui, laterales falsos, largos, peligrosos. No le daban buena espina. Así, modificó el dibujo habitual que forman sus jugadores en el campo. Jugaron tres centrales, los habituales -Pablo y Perea- más García Calvo, y dos laterales sin mucho desborde, Molinero y Antonio López, para cobrar el peaje a los carrileros del Racing. Tenía razón Ferrando. El primer gol del equipo cántabro lo marcó Regueiro. Con lo que, seguramente, no contaba el preparador del conjunto madrileño era con que el pase se lo diese Molinero. Evidentemente, sin querer. El canterano despejó hacia atrás de cabeza y dejó al uruguayo solo. La abundancia de centrales dispuesta por el técnico del Atlético también respondía al reverso del espejo del Racing: los chicos de Yosu, de medio campo hacia arriba, tienen todos vocación de medias punta habilidosos: Morán, Javi Guerrero y Benayoun.

RACING 2 - ATLÉTICO 1

Racing: Aoute; Regragui, Casar, Moratón, Juanma, Regueiro; Anderson; Morán, Javi Guerrero (Torrado, m. 88), Banayoun; y Aganzo (Jonathan, m. 76).

Atlético: Leo Franco; Molinero (Nano, m. 46), García Calvo (Núñez, m. 71), Pablo, Perea, A. López; Sosa, Colsa; Ibagaza (Salva, m. 46); Gronkjaer y Fernando Torres.

Goles: 1-0. M. 10. Torres, de penalti. 1-1. M. 39. Molinero despeja de cabeza hacia atrás y deja solo a Regueiro, que fusila. 2-1. M. 50. Gran jugada de Anderson, que centra raso para que Aganzo empuje.

Árbitro: Lizondo Cortés. Amonestó a Casar, Sosa, Anderson, Regueiro, Aganzo, Perea, Regragui, Nano, Pablo, Torrado y Juanma.

Unos 15.000 espectadores en El Sardinero.

Antes del fallo de Molinero, aunque después del penalti a Torres que marcó él mismo, cada equipo tuvo un casi gol, una exclamación de grada: la del Racing la sacó en la línea Pablo, extraordinario, y la del Atlético, un tiro a bocajarro de Gronkjaer al palo.

Precisamente, la ubicación del danés, en la punta, fue otra de las sorpresas de pizarra de Ferrando. El jugador dio fe de sus palabras: "En España creen que sólo sé correr y centrar, pero no es cierto". Es verdad, como delantero superó en muchos cuerpos a los ocasionales compañeros de Torres. Incluido a Salva, que jugó la segunda parte. En ese periodo, Ferrando deshizo todo su plan. Quitó a Molinero y rehizo una defensa de cuatro: Perea-Pablo-García Calvo-Antonio López. Sustituyó a Ibagaza y metió a Nano, convirtiendo su línea de medios en una de cuatro hombres: Gronkjaer-Sosa-Colsa-Nano.

A los diez minutos de la revolución atlética, el Racing no hizo cambios, pero marcó otro gol. Esta vez por la banda derecha, tras una jugada de salón de Anderson que remató lanzándose al suelo con los pies por delante Aganzo.

Cuando faltaban 20 minutos para el final y el fútbol era un asunto infame de emboscadas y carreras en El Sardinero, Ferrando pulsó su última tecla: entró el uruguayo Núñez, el refuerzo de invierno que hasta la fecha sólo ha jugado algo más de 80 minutos en dos meses. El nivel del espectáculo sobre el césped siguió en consonancia con la ola polar: bajo cero.

El conjunto cántabro, con Morán ya directamente incrustado en el centro, probaba a dormir el partido. Pero sin éxito. El descontrol, sin embargo, no afectó al número de oportunidades, que siguió siendo muy escaso: apenas un lanzamiento lejano de Sosa o un extraño centro chut de Gronkjaer o un globo de Jonathan Valle que se marchó fuera.

La incapacidad rojiblanca tuvo una jugada ejemplar: Torres recibió entre contrarios y se empeñó en hacerlo todo solo. Acabó corriendo detrás de Regueiro, el que preocupaba a Ferrando.

Benayoun y Molinero intentan despejar la pelota de cabeza.
Benayoun y Molinero intentan despejar la pelota de cabeza.EFE

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