El 'destino móvil' de Alain Magrí
Alain Magrí es un innovador pintor francés, afincado en Pontedeume (A Coruña), que tiene una de esas personalidades que la estadística no es capaz de reflejar. Desde que naciera en Toulouse hace 62 años ha logrado ser original y libre. Se formó en la década de los sesenta del siglo XX en el ambiente artístico que eclosionaría luego en la frustrada revolución de Mayo de 1968. En 1965 mezclaba ya la pintura con plantaciones de lentejas y maíz, logrando instalaciones naturales y coloristas. Luego diseñó globos de originales formas y colores que colocaba por las calles de París, donde también hacía instalaciones con espuma de colores e invitaba a la gente a participar en su arte total, no comprendido del todo por la policía. En pleno 68 experimentó también con la pintura en relieve, con desperdicios y con luces. Sentó algo la cabeza y llegó a ser profesor de dibujo en el bachillerato francés. Pero poco después decidió recorrer Europa en un furgón con el lema: "Libertad, arte, amor y pesca," un compendio de sus vicios. Así llegó en 1980 a Pontedeume, donde se ha casado, formado una familia y restaurado una vieja casa de madera, que es su hogar y su estudio. Expone habitualmente en Francia, y en 2000 lo hizo en Galicia con 25 cuadros de un original pop art que pretendía ser un personal resumen de la historia de la pintura. Ahora vuelve a exponer, hasta el 17 de marzo, en la coruñesa galería Pardo Bazán, con el título Destino móvil, obras de imágenes digitalizadas sobre paneles imantados, lo que permite cambiar de sitio la disposición de los elementos en cada cuadro, haciéndolos variar libremente de forma y significado, ya que para Magrí nada es permanente y todo se mueve. Como el mundo.-
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