Rusia suministrará combustible nuclear a Irán a partir de 2006
Teherán compró tecnología al padre de la bomba atómica paquistaní en 1987
Rusia anunció ayer su voluntad de posponer hasta 2006 el comienzo de los suministros de combustible nuclear a Irán tras la firma de un acuerdo con Teherán para poner en marcha la central iraní de Bushehr. El Kremlin declaró que el suministro de combustible comenzará cuando la central "esté lista", es decir, el año que viene. La firma de este acuerdo, tres días después del encuentro entre Bush y Putin, ha desatado la preocupación en Washington.
El Ministerio de Exteriores ruso afirmó que la firma de un acuerdo con Teherán para la devolución del combustible nuclear usado a Rusia -tal y como exige el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para garantizar su uso civil- "no supone el suministro inmediato" de ese material a Irán para la central de Bushehr, que construyen ingenieros rusos.
La firma del acuerdo -del que sin duda Vladímir Putin informó a George W. Bush en su encuentro del pasado jueves en Bratislava, en el que los dos estuvieron a solas durante más de una hora- despertó críticas en EE UU, que teme que, a pesar de las declaraciones sobre el control de los residuos de las instalaciones nucleares para uso civil, Irán consiga reprocesarlos y extraer plutonio, utilizable en la elaboración de armas nucleares. La Casa Blanca, que se ha manifestado reiteradamente en contra, no hizo público ningún comentario, pero el senador republicano John McCain cargó con fuerza contra el acuerdo por el que Irán podrá tener dentro de un año combustible nuclear gracias a Rusia y dijo que EE UU debería excluir a Moscú de la próxima reunión del Grupo de los Ocho, prevista para el próximo julio en Escocia.
Sanciones
McCain dijo en la cadena Fox que la política de Putin es "aberrante", no sólo por el acuerdo con Irán, sino por su desprecio por la libertad de prensa y el refuerzo del control del Kremlin. "EE UU y los aliados europeos deberían decirle: 'Vladímir, no eres bienvenido en la próxima reunión del G-8". El senador dijo que estadounidenses y europeos tendrían que garantizar un enfoque común para negociar con Teherán y ofrecer incentivos para desmantelar el programa de armas nucleares, pero que la UE debería estar preparada para imponer sanciones si las negociaciones fracasan: "Tenemos que darles un montón de zanahorias, pero los europeos deben acordar con nosotros que si estas zanahorias no funcionan, tendremos que ir a la ONU para aprobar sanciones contra Irán".
Los tres europeos, como se denomina en este contexto a Alemania, Reino Unido y Francia, están negociando la paralización del plan nuclear iraní a cambio de incentivos económicos, tecnológicos y políticos; Irán ha aceptado congelar provisionalmente sus planes de producción propia de uranio enriquecido. El presidente Bush expresó la semana pasada al canciller alemán y a otros líderes el apoyo de EE UU a la negociación, pero en la reunión trimestral que hoy mantiene en Viena la dirección del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la representación norteamericana pedirá que aumente la presión colectiva sobre Irán si fallan las negociaciones.
Al mismo tiempo, tanto la agencia Associated Press como The Washington Post informaron ayer de que un grupo de investigadores internacionales ha descubierto las pruebas de una reunión secreta, mantenida hace 18 años en Dubai, entre el Gobierno iraní y la red del científico Abdul Qadeer Khan, el padre de la bomba atómica de Pakistán. La reunión sirvió para poner en marcha tanto el programa nuclear de Irán como el mercado negro de venta de componentes por parte de Khan. Teherán, que ha suministrado los documentos sobre aquellos contactos como prueba de su buena fe en la actual negociación, asegura que compró diseños de centrifugadoras para plantas nucleares y material para poner en marcha un proceso de enriquecimiento de uranio, pero que desestimó el ofrecimiento de hacerse con el material definitivo para construir la bomba atómica.
El OIEA ya había descubierto el programa clandestino iraní, pero los nuevos datos revelan que Teherán tuvo acceso en el mercado negro a más elementos de los que se pensaba y desde 1987: "Se trata de la indicación más clara hasta la fecha de que Irán tuvo un programa para fabricar armas nucleares, pero no lo prueba por completo", según la declaración al Post de una fuente diplomática occidental.
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