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APUNTES

Las universidades valencianas unifican parte de sus políticas de cooperación internacional

La Universitat, la Politécnica y la de Alicante destinaron cuatro millones a proyectos en 2004

Ignacio Zafra

El primer objetivo es recibir más dinero. El segundo, ahorrar. Las cinco universidades públicas valencianas destinan al año más de cuatro millones de euros a la cooperación para el desarrollo. Y a las relaciones internacionales. Para afrontar proyectos ambiciosos; optimizar el gasto y pedir las subvenciones con una sola voz han creado un organismo unificador: el Comité Universitario Valenciano de Relaciones Internacionales y Cooperación (Cuvric).

"Yo no quiero llamarlo lobby", dice Gaspar Hernández, de la Universidad de Alicante, "pero está claro que ir juntos es mejor que ir solos a cualquier lado". Y añade: "En el resto de España, que yo sepa, no existe nada parecido. Quizá haya algo informal, uniones puntuales para pedir algo. Pero oficialmente es el primer ejemplo".

Cuvric es una asociación sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo es conseguir dinero para destinarlo a la cooperación al desarrollo

La Universidad de Alicante destinó el año pasado algo más de 900.000 euros a la cooperación. Este año, 1.114.000. Más de la mitad proviene de ayudas externas. De organismos públicos, como la Generalitat; y privados, como el Banco Santander.

Proporciones parecidas manejan la Universitat de València y la Politécnica, que el año pasado emplearon en la materia cerca de un millón y medio de euros. Gran parte del dinero se utiliza para becar a estudiantes de países pobres.

Joan Onrubia, de la Universitat, señala que las entidades "se fían mucho de que haya universidades de por medio" cuando se les presentan proyectos. Con Cuvric, continúa, las peticiones ganarán peso y se aprovecharán mejor unos recursos escasos.

Un ejemplo: el principal proyecto de cooperación para el desarrollo de la Universitat nació en 2000 y está en Cuba. Es una "actuación óptico-oftalmológica y auditiva en la población infantil". En cuatro años y medio, la sede de La Habana ha atendido a 210.000 personas. Cuando finalice la ampliación del taller de tallado esperan fabricar 1.200 lentes al día.

¿Qué sentido tiene que Alicante -muy arraigada en la isla caribeña- abra ahora su propia óptica en Cuba?, tal y como baraja. Gaspar Hernández contesta que probablemente ha llegado el tiempo de las sinergias.

La vocación eminentemente recaudatoria de Cuvric se resume en un dato: cada universidad aporta 3.000 euros en 2005. Y 1.500 anualmente a partir de 2006. Un presupuesto exiguo que servirá, "sobre todo, para pagar al gerente", en palabras de una fuente del organismo.

Cuvric fue constituido por los cinco vicerrectores de Cooperación el 14 de febrero como una asociación sin ánimo de lucro. La sede legal está en la Universitat Jaume I de Castellón y su presidencia es rotatoria. Este año, la ostenta la Universitat de València, en la persona del vicerrector Manuel Costa.

Los miembros del Cuvric, formado hasta ahora por los vicerrectores y sus respectivos representantes, no ocultan que para trabajar en común hubo que superar desconfianzas.

Y todos subrayan que el comité englobará proyectos, pero no eliminará las iniciativas singulares de cada centro académico. "Esto no es la Unión Europea. Aquí no se renuncia a ninguna soberanía", dice Hernández.

El origen remoto de la asociación fueron las reuniones de las cinco universidades con la Agencia Valenciana de Cooperación. De ellas nació un curso de posgrado en la materia. Un diploma insólito firmado por cinco rectores.

A corto plazo, Cuvric coordinará las acciones relativas al maremoto que asoló el sureste asiático en diciembre pasado; y preparará un congreso de cooperación al desarrollo previsto para noviembre, encargado por la dirección general de Cooperación de la Generalitat en el marco de Solidaria. Su nombre será Cooperación y Grupos Vulnerables.

El comité tiene entre sus objetivos formar a capital humano de aquellas universidades extranjeras con las que se firmen convenios de colaboración. Y entre sus miembros se prevé que exista la categoría de socios patrocinadores y honorarios. Entre los primeros, puede haber personas físicas y jurídicas, incluidas las administraciones. Su función será realizar aportaciones técnicas y económicas a la asociación.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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