"No nos queda más remedio que plantearnos vender jugadores"
Desde la primera pregunta, Augusto César Lendoiro entra en combate. El presidente del Deportivo denuncia que las instituciones de A Coruña le están ajustando las cuentas de la época en que fue un destacado cargo público del PP y que se niegan a prestarle ayuda para superar una delicada situación económica. Lendoiro admite que las circunstancias imponen reajustes al Depor, pero asegura que está en condiciones de afrontar su deuda, 162 millones de euros, de los que el club descuenta 126 que debería recibir de sus acreedores. "Muchos quieren romper el sueño del Depor, pero estoy convencido de que no lo conseguirán", proclama.
Pregunta. ¿Es su momento más crítico en 17 años?
Respuesta. No lo creo. Desde fuera hay muchas maniobras desestabilizadoras y eso nos está haciendo daño. El momento deportivo tampoco ayuda. Pero no hay que olvidar de dónde venimos. Y si borrásemos los 10 años anteriores, estaríamos hablando de una de las mejores campañas de la historia del club.
"Están buscando desestabilizar al club. Hay gente que quiere que desaparezca Lendoiro y no le importa que con él desaparezca el Deportivo"
"No le hacemos un homenaje a Fran, pero... ¿qué empresa va a hacerle un homenaje a un trabajador que quiso cerrarla? Eso no se olvida nunca"
P. ¿Quién le quiere desestabilizar?
R. Grupos de presión importantes en la ciudad. Gente que quiere que desaparezca Lendoiro y no le importa que con él desaparezca el Deportivo. Es una operación de acoso y derribo. Resulta increíble la falta de apoyo a este club después de todo lo que ha hecho por la ciudad.
P. ¿Pero es una cuestión política?
R. No tengo duda, es algo totalmente extradeportivo. Yo dejé la política en 1999 para dedicarme sólo al club, pero hay gente que no se ha olvidado de mí. Y tratan de hundir al Deportivo porque es el único estamento de la ciudad que no controlan. Eso se hace a través de medios informativos, de entidades financieras, promoviendo que no se apoye la ampliación de capital... Y nos pone en desventaja frente a los apoyos que han recibido otros: el Madrid, y ahora el Atlético, de las instituciones de la ciudad para una operación urbanística; el Barcelona, de la Caixa...
P. ¿El problema arranca de su rivalidad con el alcalde socialista, Francisco Vázquez?
R. No es cuestión de una persona concreta. Pero es verdad que hay cosas que sólo ocurren aquí. Representamos a una entidad con 30.000 socios y hemos estado dos años esperando a que nos recibiese el Ayuntamiento para exponer un proyecto de reforma del estadio.
P. ¿Usted reclama ese apoyo porque no es capaz de afrontar las deudas en solitario?
R. Uno de los modos de atacarnos consiste en decir que tenemos una deuda enorme. Pero esa deuda es perfectamente asumible siempre que encontremos apoyo financiero. Yo pongo a menudo el ejemplo de una hipoteca: estás endeudado, pero no tienes que devolverlo todo al día siguiente. Nuestras deudas son a siete años vista. Durante años, como la gente no se explicaba el milagro del Depor, circulaban leyendas: que teníamos detrás a Zara, al dinero de la droga... Y sólo era trabajo y asumir riesgos.
P. ¿Y esa capacidad de riesgo ya ha llegado al límite?
R. Hay equipos de ciudades del tamaño de A Coruña que están en Segunda B y hasta en Tercera. Nosotros tenemos que buscar el 85% ó el 95% del presupuesto fuera de la ciudad. Este club es un caso único en el mundo. No tiene detrás ni una gran empresa, ni un presidente con un gran capital, ni ningún accionista que supere el 1%. Y con eso ha conseguido mantenerse cinco años en la élite internacional. A cambio, sólo recibimos zancadillas permanentemente. Hemos planteado una ampliación de capital de 60 millones de euros y todo sería más fácil si encontrásemos apoyo para refinanciar la deuda.
P. Usted ha hablado de ofertas de compra de inversores extranjeros.
R. No han sido ofertas exactamente, pero sí ha habido grupos ingleses, rusos y portugueses que nos han hecho llegar cierto interés. Eso ahora mismo no sería posible, porque los estatutos de la sociedad impiden que nadie tenga más del 1% del capital. Y yo voy a luchar para intentar que el club siga siendo de los socios.
P. Una ciudad como A Coruña ha colocado dos marcas en el mercado global, Zara y el Depor. Es lógico que surjan comentarios sobre una posible alianza.
R. Por nosotros no habría problema. Son, en cierta medida, dos fenómenos semejantes, aunque A Coruña es incluso más conocida por el Depor, ya que Zara no se vincula tanto a su situación geográfica. Pero de momento, no se ha hablado nada de nada, aunque nunca se puede decir qué pasará en el futuro.
P. Sus detractores alegan que, pese a las dificultades económicas, usted no se rebaja el sueldo, el 1% del presupuesto [820.000 euros este año].
R. Hay personas que, sin cobrar nada, salen muy caras. Yo estuve aquí 12 años sin percibir un duro y empecé a cobrar en 1999 porque dejé la política para dedicarme al fútbol. Será casualidad, pero desde entonces siempre hemos jugado la Champions. Y en la última asamblea de socios, sólo fueron cuatro o cinco los que plantearon esa cuestión.
P. En la situación actual, ¿van a poder mantenerse como un club comprador de jugadores o más bien tendrán que vender?
R. Tenemos que plantearnos aprovechar el momento oportuno para vender algún jugador. Fue el caso de Makaay, al que vendimos hace dos años al Bayern. Lo teníamos planificado y ya habíamos fichado a Luque la temporada anterior para sustituirle. Esa es una lección para el futuro: cómo vender en el momento óptimo. No nos queda más remedio.
P. Se habla de la falta de fichajes como causa de la mala marcha del equipo.
R. No tenía sentido fichar jugadores que no mejoraran lo que ya teníamos. Se empezó a decir que, sin refuerzos, la plantilla ya no valía, y los jugadores se lo creyeron y alguno se echó a descansar. Tenemos una plantilla sin jugadores del más alto nivel, pero muy competitiva. Aún hay margen para entrar en la UEFA e incluso en la Champions.
P. ¿El ciclo de Irureta se acabará en junio?
R. Él, en algún momento, hizo algún tipo de declaración en ese sentido. De lo que estoy seguro es que yo seré el primero en saber si desea seguir o marcharse.
P. ¿Depende sólo de su deseo?
R. Al 50% entre él y el club. Ya veremos qué pasa hasta final de temporada. Lo que es totalmente falso es que hayamos hablado con Del Bosque o cualquier otro.
P. Ha habido mucha presión para que organizasen un homenaje de despedida a Fran y Mauro Silva. Al final, el homenaje será para todos los que iniciaron el Superdepor. Parece que no le perdona a Fran que, a principio de temporada, denunciase al club por una deuda.
R. Nunca hemos hecho homenajes a nadie. Además, sería terriblemente injusto que nos olvidásemos de otros jugadores que tanto han aportado en estos años, desde Bebeto a Rekarte. ¿Y qué empresa va a hacerle un homenaje a un trabajador que quiso cerrarla? Eso no se olvida nunca, sobre todo cuando es la segunda vez que ocurre. Hace años, ya firmó un contrato con el Madrid y tuvimos que pagar 260 millones de pesetas para que no se fuera.
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