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Toledo da un "suspenso rotundo" a Nieto por seis meses de parálisis

El rector de la Jaume I critica al consejero en el homenaje de la universidad a Escardino

María Fabra

El rector de la Universidad Jaume I de Castellón, Francisco Toledo, dedicó ayer un serio varapalo al consejero de Empresa y Universidad, Justo Nieto, al que otorgó un "suspenso rotundo" por los seis meses de parálisis, tantos como el consejero lleva en su cargo, en materia de universidades. Toledo no se anduvo con ambigüedades y criticó además, directamente, la ausencia del consejero en la celebración del décimoquinto aniversario de la creación de la Jaume I y en la entrega de la medalla de oro al ahora secretario autonómico de Universidad, Ciencia y Tecnología, Agustín Escardino.

El rector manifestó su contrariedad ante la imposibilidad de exponer sus quejas a "quienes corresponde asumir como propias", en referencia al adelanto económico que ha tenido que asumir la universidad para equipamiento e infraestructuras. Una inversión que, según dijo, espera "sea asumida por la administración como ha hecho con equipamientos semejantes en otras universidades dentro del caduco plan de inversiones". Y señaló: "Me hubiera gustado que las escucharan de primera mano, el consejero, la subsecretaria o el director general directamente competente, pero no han venido al acto, pese a reiterarles la invitación y la oportunidad de asistencia de alguno de ellos".

"Clamoroso" fue el calificativo utilizado por Francisco Toledo para definir la "falta de decisión de la consejería", que, de no haber sido por la iniciativa de la propia universidad, hubiera provocado que la ampliación de la biblioteca no hubiera podido abrirse durante los pasados exámenes o que la sede del Consejo Social no se ocupara en breve.

El rector de la Jaume I de Castellón también habló del proceso de armonización europea y, especialmente, del nuevo postgrado. "Hemos de ser conscientes de que en los títulos oficiales de postgrado las universidades nos jugamos el futuro", indicó ya que, según dijo, serán el "elemento diferenciador entre unas universidades y otras". En este punto también tuvo palabras para Justo Nieto, a quien reclamó que, dado que es la comunidad autónoma la que ha de dar el visto bueno a los postgrados, "la consejería ejerza un papel coordinador de la oferta y defina, de forma rigurosa, el mapa de titulaciones de postgrado".

Pese a las serias críticas y denuncias de Francisco Toledo, el acto resultó, en global, muy emotivo por la concesión de la medalla de oro de la Universidad Jaume I a Agustín Escardino. Una distinción que la universidad castellonense sólo había concedido en seis ocasiones: al ex rector Francisco Michavila (2001), al jurista Arcadi García Sanz (1999), la compositora Matilde Salvador Segarra (1998), al rey don Juan Carlos I (1993), al escritor Joan Fuster (1992) y, a título póstumo, a Ramón Rodríguez Culebras (2004). Escardino recibió, muy emocionado, la distinción y conoció la decisión de la Jaume I de que el Instituto de Tecnología Cerámica que el químico ha dirigido desde su creación, lleve el nombre del químico.

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