Los afectados del Carmel temen que el debate político deje en segundo plano sus peticiones
Los vecinos solicitan a la Generalitat que no olvide reparar sus casas y pagar indemnizaciones
Los vecinos del Carmel temen que las "soluciones" que esperan para el barrio pasen a un segundo plano tras el rifirrafe que mantienen Generalitat y oposición después de que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, acusara al anterior Ejecutivo, de CiU, de cobrar comisiones por las obras públicas. El secretario de la Asociación de Vecinos, Constantino Enguídanos, aseguró no dar crédito a que el pleno del Parlament hubiera derivado en "una pelea partidista" y reclamaron al Gobierno catalán que se centre en el pago de las indemnizaciones y en garantizar la seguridad del barrio.
Los vecinos afectados por los desalojos del Carmel se mostraron ayer frustrados por la marcha que ha tomado el debate político tras el pleno extraordinario del Parlament. Lejos de resolver su complicada situación, sostenían ayer varios vecinos, el debate sólo ha servido para desviar el meollo de la cuestión, que es, en su opinión, el pago de sus indemnizaciones, la reparación de sus casas, el fin de las obras en la zona y que se asuman compromisos concretos con los afectados por los derribos.
Enguídanos, tachó de "lamentable" el "espectáculo" que presenció desde la tribuna de invitados del Parlament. "Nosotros fuimos a otra cosa, a que nos explicasen cómo se afrontaría la rehabilitación del barrio y se concretase cuando llegarían las ayudas. En vez de esto, nos encontramos con un rifirrafe que parecía más bien una pelea de patio de colegio", aseguró el secretario de la Asociación de Vecinos..
"El principal problema no se resolvía con esa pelea", dijo el presidente de la Asociación de Comerciantes Carmel Centre, Josep Maria Mas, que sólo podía aplicar calificativos negativos al cruce de acusaciones entre Maragall y el jefe de la oposición, Artur Mas. "Fue increíbe, decepcionante y desesperante", aseguró.
"No estábamos hablando de eso. Fue bochornoso asistir a un espectáculo en el que dos personas se estaban cambiando cromos como si fueran críos", afirmó Mas. "Ahora va a venir lo más complicado, porque el tema se ha desviado completamente y hemos pasado de tratar del futuro del Carmel a hablar de una acusación que, además, fue retirada para no perder apoyos cuando se redacte el Estatut", añadió.
Los desalojados temen que las acusaciones vertidas ayer por Maragall desvíen la atención de los ciudadanos y con ello haya menos presión para que se resuelvan sus demandas. Montserrat Hernández, la portavoz de los vecinos del inmueble número 10 del pasaje de Calafell, que fue derribado, ayer ya no vio la última sesión del pleno. "Ya perdí bastante tiempo el jueves", afirmó.
"Estuve enganchada a la pantalla del televisor porque creía que habría un protocolo de actuación, es decir, actuaciones concretas. No me interesan las dimisiones; si las hay al final, de acuerdo, pero no es mi intención que paguen justos por pecadores, como se dijo", terció Hernández. "Ahora lo que más me preocupa es que llevo un mes encerrada en el hotel y que me muero de ganas de vivir en una casa con los míos. Y ayer lo único que se hizo es distraer la atención, y ello creo que va a demorar aún más la respuesta a nuestras reclamaciones", añadió.
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) criticó la falta de "respuestas concretas" y la "grave crisis de confianza en los políticos" que suponen los hechos del Carmel. La FAVB consideró asimismo "inaceptable" que ante la "fractura social" que se está produciendo en el barrio los representantes políticos "caigan en una pelea" que se sale del tema central, que tendría que ser, según la FABV, cómo se da respuesta a los afectados.
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