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LA INVESTIGACIÓN DEL INCENDIO DEL EDIFICIO WINDSOR

La policía analiza siete ordenadores de control y vigilancia del Windsor

La juez permite entrar en la torre a técnicos de los propietarios y de una empresa informática

La policía está analizando el contenido de los siete ordenadores del edificio Windsor que controlan los accesos, las alarmas y el estado de mantenimiento de la torre, calcinada tras desatarse hace 13 días un incendio en la planta 21ª. Los ordenadores fueron retirados el día 16, junto a dos aparatos de vídeo y documentación. La juez del caso permitió ayer la entrada de técnicos de la firma propietaria del edificio y de empleados de otra empresa para retirar una caja fuerte.

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Los ordenadores fueron retirados por tres agentes de Homicidios de la policía (especialistas en investigación de incendios), quienes penetraron al edificio quemado acompañados de tres bomberos, a las 12.45 del día 16. La intervención de esos efectos fue acordada por "el estado calamitoso en que se encuentra el edificio, al objeto de evitar la posible destrucción de elementos que puedan tener interés para las investigaciones".

Los agentes retiraron de la sala de control de consolas del sótano uno un ordenador, una videograbadora digital, un reproductor de vídeo y documentación; de la sala de mantenimiento de ese mismo nivel se llevaron otras cuatro computadoras y documentos; en el control de accesos recogieron dos ordenadores más, un adaptador de CPU para la red y más papeles y, finalmente, de la oficina de Fomento de Construcciones y Contratas se llevaron más documentación, según la investigación.

Los agentes tienen previsto hacer un "minucioso estudio" del contenido de esos ordenadores, en los que han quedado registradas todas las entradas y salidas del edificio del día de las llamas, las alarmas que saltaron o los posibles movimientos en el interior de la torre, entre otros asuntos. Los investigadores aseguran que esos aparatos son las "auténticas cajas negras" de este caso, vitales para el esclarecimiento de las causas del fuego.

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Agentes del grupo de investigación de la Policía Científica penetraron de nuevo ayer al edificio para hacer averiguaciones y comprobar algunos extremos, incluida la posibilidad de que un reflejo estuviera en el origen del vídeo de las siluetas, grabado por un matrimonio de Reus (Tarragona). El juzgado que entiende del incendio está pendiente de que la Policía Científica le remita el informe sobre la pericia que realizó en el rascacielos, que refleja que no se hallaron restos ni indicios de sustancias incendiarias o propagadoras del fuego.

El juzgado que investiga el incendio del edificio Windsor autorizó ayer la entrada a la torre durante un máximo de cinco horas a varios técnicos designados por la sociedad propietaria del inmueble, Ason Inmobiliaria, y de otra empresa, Comparx España S.A, que quiere rescatar una caja fuerte ignífuga en cuyo interior guarda "documentos reservados del Ministerio de Defensa". Hay una tercera empresa que tiene previsto pedir autorización de entrada: se trata de Bankinter, que tiene un cajero automático en la torre en cuya caja fuerte hay unos 30.000 euros, según fuentes de la investigación.

La empresa Comparex España SA hizo público un comunicado en el que aclara que en el edificio Windsor "dispone de una caja fuerte de seguridad con información documental de la compañía", entre ella, "contratos con el Ministerio de Defensa". Añade que "en dicha información y documentación, no se encuentra ningún documento que ponga en peligro ni comprometa la seguridad del Estado". Lo mismo ha dicho Defensa, que aclaró que tiene suscrito con la firma citada un contrato de mantenimiento de ordenadores, "irrelevante para la Seguridad del Estado".

Un grupo de ocho personas accedió por la tarde al Windsor y dos de ellas salieron de él, unos 25 minutos después, portando un objeto negro, aparentemente pesado y con forma de prisma rectangular, similar a una caja fuerte. Por su parte, Ason llevó al edificio a dos técnicos de mantenimiento, dos ingenieros y a un perito, a los que el juzgado ha dado permiso para acceder a los sótanos y a las plantas baja y cuarta, pero no a los pisos 16 y 17, como también deseaban, "por resultar impracticable", informa Efe.

Por otra parte, el jefe del departamento de Control de la Edificación del Ayuntamiento de Madrid, Emilio García de Burgos, explicó que la grúa que anteanoche quedó tumbada sobre el suelo junto al edificio Windsor "no cayó", sino que "se posó en el suelo muy despacito", tras sufrir una fuga en un cilindro. La concejala de Urbanismo, Pilar Martínez, informó también de que se instalará una tercera grúa que participará en las tareas de demolición y que será la encargada, una vez que se monte en dos o tres días, de bajar la grúa pluma que todavía se encuentra en lo alto del rascacielos.

El desmontaje de esta grúa, instalada hace meses en el Windsor para realizar la reforma del edificio, se hará con un protocolo específico, dijo la concejala, y comenzaría el lunes próximo. Varios técnicos de Grúas Peninsular, la empresa que ha desplazado a la torre dos grúas de 140 metros de alto y otras auxiliares, subieron en la cesta de otro elevador para comprobar el estado de la grúa y su capacidad de resistencia a manipulaciones.

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