"El barrio se quedaría más tranquilo si dimitiera Nadal"
Rosa López siguió ayer por la mañana el pleno desde una sala contigua al hemiciclo del Parlament, a la que pudo acceder a pesar de los impedimentos que afirma que se les pusieron a los vecinos. Antes del hundimiento del túnel residía, junto a su marido y su hija de nueve años, en el número 7 de la calle Conca de Tremp, muy cerca de los socavones.
Quedó bastante decepcionada de la intervención del consejero Joaquim Nadal porque el discurso fue "bastante previsible". "No hay nada nuevo", señaló.
Igual de previsibles consideró las dos dimisiones. "No sé si Nadal tendría que dimitir o no, pero es lo que todo el mundo quiere en el Carmel. El barrio se quedaría más tranquilo", afirmó.
El principal inconveniente, sostuvo, es que los vecinos ya no confían en los políticos. "Nadal ha hablado muy bien y se explica correctamente, pero le falta lo más importante, que es credibilidad", criticó. Además, aseguró López, no siempre estuvo acertado y generalizó, por ejemplo, al decir que solucionó el transporte para todos los niños.
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