El Consell inaugura en Alicante proyectos ejecutados hace meses

Un frenesí de inauguraciones recorrió ayer Alicante con el objetivo de vender como nuevas unas instalaciones que llevan meses funcionando. Primero estaba anunciada la presencia de Francisco Camps, presidente de la Generalitat, pero según explicó el alcalde, Luis Díaz Alperi, "está con fiebre y no puede hablar". Ante este imprevisto fueron varios los consejeros de la Generalitat los encargados de acudir a estos actos.

La primera cita fue en el instituto Leonardo Da Vinci, un centro cuyas obras, en su primera fase, concluyeron en septiembre de 2003 y que desde el inicio del pasado curso escolar, hace seis meses, están funcionando con normalidad. El proyecto de adecuación y ampliación del IES Leonardo Da Vinci, con un presupuesto de 8,7 millones de euros, debía estar listo en 2003. El Consejo Escolar denunció las molestias causadas por las obras inacabadas, que obligaron a desviar a 500 alumnos a otro centro próximo por la tarde.

Una representación de la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública aprovechó este acto para mostrar unas pancartas en las que recordaba los incumplimientos del Consell en materia educativa en Alicante. La Federación de Padres Enric Valor denunció "el retraso" en las obras de varios centros, como el caso del colegio público Benalúa, cuyos alumnos llevan cinco cursos en barracones, y las necesidades escolares en la zona de playas y en los pueblos de L'Alacantí. En una pancarta que portaba una madre se preguntaban si podrán "pagar la luz y las fotocopias".

Ajeno a la protesta, el consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, hizo una encendida defensa de la apuesta del Consell por la escuela pública y ofreció un alud de cifras: 1.800 millones de euros de inversión en 450 centros, 11.400 profesores más y concluyó: "Si ponemos en línea recta todos los centros educativos construidos por el PP llegamos de aquí a Badajoz, 900 kilómetros de construcciones escolares".La fiebre de actos prosiguió en el instituto Cerámica-Los Ángeles, un centro que ha movilizado a miles de alicantinos durante los últimos 12 años para exigir su construcción. Por fin las obras acabaron el verano pasado y el centro empezó a funcionar en septiembre, aunque ayer fue su inauguración oficial. Allí el alcalde, Luis Díaz Alperi, introdujo una lección moral ante la comunidad educativa y dijo que "la disciplina es fundamental, y ahora parece que sea secundaria, los padres deben enseñar a sus hijos que el respeto es básico en la escuela".

De allí, la comitiva oficial acudió al Ayuntamiento, donde les esperaba el consejero de Sanidad, Vicente Rambla, para firmar un protocolo para la construcción de cuatro centros de salud, además de los cuatros ya previstos y en fase de ejecución, informa Rebeca Llorente. Curiosamente, tres de estos centros de atención primaria anunciados (las instalaciones de Parque Lo Morant, Campoamor y la ampliación del centro de salud Gerona Portual) ya figuraban en un convenio firmado en 2000 por la Consejería de Sanidad y el Consistorio alicantino. De haberse cumplido los plazos fijados entonces, estos centros de salud ya habrían sido ejecutados. El concejal socialista en el Ayuntamiento de Alicante Luis Briñas tildó el acto de "tomadura de pelo". Por su parte, CC OO acusó a la Generalitat de falta de un modelo serio para gestionar la sanidad pública. "Parece poco ético anunciar como logros de buena gestión proyectos que se presentan con tantos años de reatraso". Rambla anunció una inversión de 10,3 millones de euros para la construcción de estos nuevos centros de atención primaria.

Por su lado, Rafael Blasco, consejero de Territorio y Vivienda, inauguró minutos después la restauración medioambiental del Cabo Huertas, donde se invertieron 490.000 euros para habilitar 270.000 metros de zona verde en la fachada litoral. Para concluir la frenética jornada de actos oficiales e inauguraciones el consejero de Educación y Cultura, Alejandro Font de Mora, reabrió el teatro Arniches, una sala que funciona desde octubre. Por aquellas fechas se anunció un acto de inauguración con el presidente de la Generalitat, pero al final fue aplazado por problemas de agenda. Por fin, y tras varios amagos, el teatro Arniches, que estuvo cerrado casi tres años por obras para su reforma, ayer tuvo su inauguración oficial.