_
_
_
_
Reportaje:

Preguntas sin respuesta

Un mes después de la catástrofe del Carmel, la ciudadanía sigue sin saber quiénes son los responsables

El hundimiento, el pasado 27 de enero, del túnel de maniobras que se estaba construyendo en la línea 5 del metro de Barcelona ha dejado un sinfín de interrogantes entre la población. El consejero de Obras Públicas, Joaquim Nadal, acudirá pasado mañana al Parlament para dar explicaciones y anunciará, según ha dicho él mismo, dimisiones y revisiones de contratos, quizá incluso rescisiones. Ha pasado un mes desde la catástrofe que forzó el desalojo de 1.057 personas y el único dato positivo es la ausencia de heridos o fallecidos. Pero las dudas siguen vivas.

- Proyecto ajustado. Una comisión de técnicos creada por el Gobierno catalán ha señalado que el proyecto constructivo era muy ajustado. El proyecto fue encargado a una empresa exterior, pero revisado y aprobado por la empresa pública GISA, que tiene técnicos propios. ¿Quién lo aprobó? ¿Fue convenientemente revisado?

Más información
Los geólogos de los vecinos del Carmel exigen conocer la dirección de la falla

- Modificaciones en el proyecto. El proyecto inicial se aprueba en junio de 2002 y las obras empiezan en noviembre. Se paran un mes más tarde para introducir cambios en el proyecto: cambios en parte del trazado y el túnel de maniobras, que debía ir junto a la estación de Horta (al final de la línea), se decide que sea construido junto a la de Carmel (donde se producirá el hundimiento). ¿Se hicieron los estudios necesarios para aprobar el cambio de proyecto?

- Cambios en el presupuesto. El cambio de trazado y de ubicación de la cola de maniobras se hace sin documentación pública durante el último año del Gobierno de CiU. El tripartito legaliza la situación en febrero de 2004 y adjudica los cambios sin aumentar el presupuesto. No obstante, el pasado mes de agosto se había detectado ya un desvío al alza del 20% y en el presupuesto de GISA de 2005 se preveía un segundo aumento del 17,9%. Todo ello para refuerzos en las obras y antes de que se hubiera producido el hundimiento. Tanto aumento ¿no es una señal de que las debilidades eran notorias y hubieran aconsejado una revisión?

- Quejas inatendidas. Los vecinos se ha quejado de problemas (grietas, movimientos) desde el principio de las obras. Apenas se les hizo caso. La mayor parte de las quejas coinciden en el tiempo con chimeneas (hundimientos) y movimientos percibidos por las empresas constructoras. ¿Por qué nunca se atiende a los ciudadanos antes de que ocurra una desgracia?

- Cruce de acusaciones. Las obras fueron concedidas a una UTE (unión temporal de empresas) formada por Fomento de Construcciones y Contratas, Copisa y Comsa. La dirección de obras fue otorgada (por concurso) a la UTE formada por Geocontrol y Tec 4. Ambos grupos han mantenido oficialmente silencio sobre los detalles de la obra, aunque en la práctica han hecho llegar a los medios acusaciones respecto a la otra parte. Nadal ha comunicado a las dos UTEs que prevé la posibilidad de rescindir los contratos. ¿Quién tiene razón?

- Método Austriaco. El método de construcción (determinado por el proyecto constructivo) es el denominado Nuevo Método Austriaco. Se excava la galería en la parte superior y se refuerza la bóveda, calculando la resistencia de los materiales naturales. Este método está prohibido en Madrid. En Cataluña, tras el hundimiento, el Gobierno catalán decidió abandonarlo e imponer los refuerzos incluso cuando los cálculos de resistencia del terreno no lo hacen necesario. ¿Si los refuerzos eran necesarios, por qué no se ponían de modo sistemático? Si no son necesarios, ¿por qué se ponen?

- Ahorro. Desde varias partes (dirección de obra y trabajadores) se ha señalado que la constructora ahorraba hormigón. No obstante, diversas fuentes señalan que la cantidad establecida en el proyecto (20 centímetros en la bóveda) se estaba cumpliendo y que el problema es que se hubieran necesitado 40 centímetros. Estas fuentes coinciden con Nadal, quien dijo en el Parlament que el fiasco era evitable y que hubo exceso de confianza en el proceso de construcción. ¿Hubo exceso de confianza en el método constructivo? ¿De quién es la responsabilidad de esas decisiones?

- Predominio financiero. El consejero Nadal atribuyó parte del desastre al predominio de los aspectos financieros sobre los técnicos y anunció que pondría fin a este criterio. ¿Se dio realmente prevalencia al ahorro sobre la seguridad?

- Sondeos. El Colegio de Geólogos de Cataluña hizo pública una nota en la que aseguraba que no se habían hecho sondeos sobre la zona donde se produjo el hundimiento. El Gobierno catalán replicó que era falso y el expediente remitido al Parlament incluye 13 sondeos realizados por la empresa Tecsol, propiedad del secretario del Colegio, Ramon Pérez Mir, aunque éste matiza que sólo hizo los sondeos, subcontratado por otra firma, y que, a su vez, subcontrató los estudios. Los constructores insisten en que el túnel principal, a 20 metros del de maniobras, era la mejor cata posible en el terreno. ¿Eran los estudios suficientes?

- Subcontratación. El consejero Nadal denunció en el Parlament la práctica constante y repetida de la subcontratación como uno de los orígenes del problema. Entre otros asuntos, señaló, se produce la paradoja de que el geólogo que realiza los estudios del terreno no está luego presente en la obra. Pero no es esa la única subcontratación: las hay en todas las fases de las obras públicas, con el efecto de que lo adjudicado por 10 a la primera empresa acaba siendo pagado por 2 a la que realmente hace la obra. ¿Tiene sentido este sistema? ¿No acaba forzando ahorros desmesurados?

- Empresas. El Gobierno catalán encarga a GISA (empresa pública) la construcción de la obra. Ésta licita y adjudica el proyecto. Luego licita y adjudica la obra. Más adelante licita y adjudica la dirección de obras y se reserva las tareas de inspección. El presidente de GISA y el consejero delegado son la misma persona. El que era director general de la empresa cuando se aprobó el proyecto asegura que no pudo verlo porque estaba dedicado a supervisar otra línea de metro, la 9. ¿Tenía GISA demasiado trabajo para su capacidad?

- Dimisiones. La oposición ha pedido la dimisión de Nadal, quién ha anunciado la dimisión de técnicos y políticos. ¿Quiénes dimitirán? ¿Cuándo?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_