El Gobierno catalán elevará hasta las 933.000 hectáreas el territorio protegido por la red Natura 2000
El Gobierno catalán ya ha hechos los deberes ecológicos. El Departamento de Medio Ambiente sacó ayer a información pública el proyecto de ampliación de las zonas incluidas en la red de protección ambiental Natura 2000. En estos momentos hay 619.984 hectáreas protegidas, una vez concluido el proceso alcanzará las 933.666 hectáreas, incluyendo 77.099 hectáreas marinas. Con ello, el consejero Salvador Milà consigue frenar definitivamente los tres expedientes abiertos por la Unión Europea por el incumplimiento del anterior Gobierno de CiU.
La Comisión Europea había abierto tres expedientes a Cataluña: uno por no haber definido los hábitat y especies de interés comunitario; un procedimiento de infracción por insuficiente declaración en las zonas especiales de protección de aves (ZEPA), y el tercero era una queja comunitaria por la deficiente aplicación de la directiva de aves en la zona del canal Segarra-Garrigues.
Las zonas de protección decididas por el Gobierno catalán, a expensas del final del proceso tras las alegaciones que se presenten, pretenden ampliar las áreas ya protegidas y crear otras nuevas de protección. Actualmente hay un total de 69 espacios que se convertirán en casi 200, de ellos, 105 serán a la vez lugares de interés comunitario y ZEPA. En estos momentos, las zonas incluidas en la red Natura 2000 suponen el 1,5% del territorio catalán y pasarán a ser el 26,7% una vez concluido el proceso.
Entre los hábitat por proteger están los marinos, especialmente en las zonas de algas posidonias, vegetaciones ribereñas, las dunas de pino piñonero y otros pinares, los bosques de alisos y vegetaciones sobre zonas de yeso.
La propuesta de ampliación de especies afecta al entorno del oso, el barbo y la tortuga mediterránea, el urogallo, el quebrantahuesos, el águila colibarrada, el gavilán cenicero y aves estépicas y marinas, entre otras. En este sentido, explica el director de Medio Natural, Ramon Luque, Cataluña tiene el 75% de la población mundial de una determinada especie de gaviota mediterránea, de modo que la Unión Europea fuerza a conservar la totalidad de la población, mientras que otras especies con abundante presencia en otras zonas de la península pueden quedar afectadas por una protección menor.
La tramitación del plan Natura 2000, aunque de interés comunitario e incluida en el pacto del Tinell que inspira las actuaciones del Gobierno catalán, no ha sido un camino de rosas, porque en determinados lugares entran en conflicto los intereses de protección de la zona con los de su explotación, que puede ir desde la explotación agrícola hasta la necesidad de construir determinada infraestructura. Todo ello con el agravante de que la Comisión Europea imponía finalizar la tramitación para que no se perdieran algunas ayudas europeas.
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