Rienda, 13 años después

María José Rienda, la última mohicana del siempre raquítico esquí español, se tomó en la estación sueca de Äre una merecida revancha a su titánico esfuerzo de llevar todo el peso nacional como única esquiadora en la élite. Se subió al fin a lo más alto del podio en la Copa del Mundo de eslalon gigante, su prueba, tras haberlo visitado cinco veces en los peldaños inferiores: cuatro terceros puestos y un segundo, éste precisamente en 2004 en el mismo escenario. Ayer lo logró ya sin la presión de los recientes Mundiales, en los que aspiraba una vez más a medalla y sólo fue novena.

A María José aún le quedarán el año que viene los Juegos Olímpicos de Turín, también en la pista mundialista italiana. Pero, de momento, consiguió ayer el primer triunfo español en la Copa trece años después de que Blanca Fernández Ochoa lo lograra en el eslalon de Lech (Austria) el mismo año, 1992, en que obtuvo su bronce olímpico en Albertville (Francia). Blanca había ganado antes otros dos eslálones, en Sestriere (Italia) en 1988 y Morzine (Francia) en 1991, ya dedicada a esta modalidad tras abandonar el gigante, en el que sumó su primer triunfo en Vail (EE UU) en 1985. Su hermano Paco, campeón olímpico de eslalon en Sapporo 72, fue el pionero español en ganar una prueba de la Copa del Mundo, otro eslalon, en Zakopane (Polonia), en 1974.

Rienda, que cumplirá 30 años el 12 de junio, cedió 12 centésimas de segundo a la austriaca Nicole Hosp en la primera manga, pero la superó por 70 en la segunda en un trazado que le va a sus condiciones. Tercera en la general de la Copa del Mundo del gigante la temporada pasada, el mayor de sus éxitos, va ahora cuarta y, a falta de una sola prueba, aún puede repetir el puesto a costa de la eslovena Tina Maze, tras la inalcanzable sueca Anja Paerson, tercera ayer, y la finlandesa Tania Poutiainen, que no puntuó al saltarse una puerta.