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Reportaje:APUNTES

La dialéctica de la violencia

El sociólogo noruego Johan Galtung imparte en Alicante clases sobre la paz y los conflictos sociales

Su experiencia vital ha sido la búsqueda de la paz, resolver conflictos y tratar de ofrecer explicaciones a los fenómenos violentos. El sociólogo noruego Johan Galtung, profesor invitado dentro del programa senior de la Universidad de Alicante, ofrece cada semana unas reflexiones "galtunianas", como él mismo las define, sobre la dialéctica de las violencias.

Galtung resume que el origen de la violencia está en un "un conflicto no resuelto y en la cultura profunda que no tiene remedios". Cómo sociólogo preocupado por su entorno cita como ejemplo el conflicto generado entre Ibarretxe y el pacto PSOE y PP.

El profesor noruego destaca que "la cultura profunda de España es dualista y maniqueísta", por eso se presentan dos alternativas: a un lado la unidad de España y al otro lado la secesión. "Ibarretxe propone algo entre los dos caminos que es la libre asociación, pero creo que su error es estar demasiado al lado de los independentistas", opina Galtung, que defiende una solución intermedia que implique a ambos: "unidad y autonomía, creo que esta solución es el federalismo asimétrico con una autonomía de alto nivel para Euskadi pero dentro de España. Sin embargo, todavía el debate político no ha profundizado esto", lamenta el profesor que vaticina una mayor violencia de ETA mientras no se profundice en esta línea.

"El hombre no está entrenado para dialogar con la mujer, por eso usa la violencia"

Para él, el discurso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue "interesante porque ofreció diálogo, pero no basado en el Plan Ibarretxe, y ¿sobre qué se plantea el diálogo?", se pregunta Galtung que advertía de una realidad distinta en cada una de las 17 autonomías. "Zapatero da zapatos del número 40 a todos, y para variar su tamaño hace falta un buen zapatero que ofrezca a cada uno su número, si se puede explorar esta salida tendremos la solución".

Pero además de cuestiones políticas de actualidad, Galtung se interesa por los fenómenos sociales que preocupan cómo es el de la violencia en en ámbito familiar o en la escuela. "La violencia actual tiene que ver con nuevos desequilibrios, la subida de la mujer al poder, su autoafirmación e independencia tienen como consecuencia la frustación de muchos hombres", a su juicio. "Cómo los hombres no están entrenados para dialogar con las mujeres, y la cultura profunda de España es muy patriarcal, usan la violencia".

Galtung amplía su argumento a la relación entre las clases sociales: "Hay mucha movilidad entre clases, pero para mucha gente no es rápido cambiar y si no encuentran medios legítimos para enriquecerse usan la violencia, no sólo roban, también son capaces de matar para conseguirlo". Por eso cree que es buena idea abrir la movilidad para la gente oprimida (como las mujeres y la clase baja) pero "hay que preparar a los demás", y explica cómo en la India, con una sociedad de castas, surge ahora una nueva clase media con los bienes adecuados pero sin la casta, y los que tienen la casta asumen el monopolio social. "Es clase media contra clase media y la violencia es horrible, no hay una legitimidad de castas", dice.

Y sobre la creciente violencia en las escuelas, para Galtung la explicación "no está en el alumno violento o en la víctima". "En general esa violencia es una reacción contra la escuela", apunta. En Noruega, explica el sociólogo, existen dos modelos de escuelas más abiertos basados en el sistema universitario y libre donde el alumno puede escoger. Allí la violencia desapareció. En Japón y Alemania se han producido hasta matanzas. "El alumno violento detesta la escuela y su víctima siempre es más pequeña, con menos fuerza y un entusiasta en la escuela", señala. En su relación se enfrentan dos filosofías distintas, y para afrontar el problema "debemos cambiar la escuela".

Galtung es un firme defensor del diálogo para la resolución de conflictos. "Sin duda, es una herramienta indispensable", dice. A su juicio para resolver un conflicto hay que entablar un diálogo, una relación. Parte de los postulados de Galtung se basan en la epistemología taoísta y la ética budista y gandhiana. "La clave es que ellos ven al otro con mayúscula, como un ser humano, y no es igual que el Yo pero tienen derechos humanos, y tienen el deber de establecer un diálogo y una relación por igual". Y recuerda lo que dijo Gandhi: "tengo un conflicto con los ingleses, eso es magnífico porque tengo una relación". "La no violencia es el método de dignidad no sólo contra el otro sino también para mi, porque se consigue una dignidad mutua", asegura.

Sociólogo y matemático de formación, Galtung nació en Oslo, en 1930, acumula más de cien libros publicados. Ahora trabaja en otro para actualizar sus teorías.

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