El dulce momento de Martiko
El grupo navarro, con el 70% de la cuota de mercado español, es líder de productos 'gourmet' derivados del pato y el salmón
Conservas Martiko vive su momento más dulce. En cinco años la empresa navarra ha desbancado a sus competidoras francesas y es líder de productos gourmet derivados del pato y el salmón, con un 70% de la cuota del mercado español. Peio Martikorena Alzuri (Irurita, 1945), su fundador y copropietario, acaba de ser galardonado como empresario navarro del año y no para un minuto. El iniciador de la saga -sus cuatro hijos trabajan en las empresas del grupo- impulsa infraestructuras que le permitirán alcanzar la comercialización anual de tres millones de patos.
Aunque el 20% de su producción se exporta a Alemania y Bélgica, Martiko sabe que el mercado centroeuropeo es, ante todo, francés, y busca el crecimiento en América, en el mercado hispano de Estados Unidos, desde los sectores hosteleros y de distribución de Cuba y México, en los que ya está presente.
El grupo conservero factura más de 48 millones de euros anuales y busca introducirse en el mercado hispano de Estados Unidos
Hablar del Grupo Martiko, nacido en 1988, es hablar de una facturación anual de 49 millones de euros y cerca de 500 empleados. Si hace cinco años el grupo navarro centraba el 90% de su facturación en el abastecimiento de producto al sector hostelero español, Martiko ha dado la vuelta al calcetín y ahora el 80% de sus ventas se realiza a través de establecimientos alimentarios especializados en productos gourmet, grandes superficies comerciales y supermercados. Conservas Martiko comercializa confitados de muslos y alas y jamón de pato, patés, foie-gras y platos cocinados (muslos, alas, bacalao), además de ahumados y marinados del salmón que Martiko importa desde caladeros de Noruega, Escocia y Alaska, derivados de trucha y conservas de carne. La empresa navarra es la segunda firma española en ventas de ahumados de salmón y trucha, que aportan al grupo más del 20% de la facturación total.
A sus tres plantas industriales de Bera de Bidasoa se unieron en 2002 la planta vizcaína de Larrabezúa, que comercializa la marca Delicass, así como la empresa Selectos de Barbate (Cádiz), dedicada a los derivados de la pesca y cuya facturación alcanza 1,2 millones de euros anuales. La última de las instalaciones del grupo, la granja y matadero ubicados en Lerín (Navarra), permitirá a Martiko la crianza y sacrificio anual de tres millones de patos y servirá la materia prima a sus propias líneas de producción. Lerín, con 150 empleados, abastecerá también a terceros clientes y permitirá controlar el 100% del proceso de cría y alimentación del animal.
Actualmente el pato llega a Navarra procedente de la Bretaña francesa con apenas un día de vida. Son patos no reproductores de raza de carne moulard, fruto del cruce de pequinés y barbarie.
Conseguir que el huevo eclosione en Navarra desde incubadoras es uno de los objetivos industriales en los que ya trabaja Martikorena. "Desde su primer día, el 60% de la alimentación del pato tiene como base un maíz de alta calidad cultivado en campos del sur de Navarra. Esa alimentación y la garantía de que entre el sacrificio y el producto elaborado apenas han transcurrido unas horas confieren a Martiko la calidad y el precio que nos han hecho líderes en España", señala el empresario.
Para Martikorena, un joven inquieto que comenzó a trabajar a los 14 años y fue fontanero y marino, el trabajo y la familia son sus máximas dedicaciones. Los fines de semana atiende personalmente las tres tiendas gourmet Martiko de su propiedad abiertas en Ibardin y Dantxarinea, en la frontera de Navarra con Francia. Vinculado estrechamente a su tierra, promueve la creación de una planta de platos precocinados en Narbarte, localidad próxima a Bera, que comercializará productos autóctonos del Bidasoa basados en el cordero y la ternera. Ya tiene el terreno. Invertirá nueve millones de euros y creará 50 empleos femeninos. Será en 2007.
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