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Crónica:FÚTBOL | 24ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Deco ejerce de delantero

Los azulgrana derrotan al Mallorca en un partido discreto y resuelto por dos goles del portugués

Ramon Besa

Hay partidos llamados de entreguerra que demandan soluciones rápidas más que exhibiciones, y el de ayer lo era más que ningún otro porque al Barça le aguarda el Chelsea el próximo miércoles después de su goleada del sábado pasado en La Romareda. Los azulgrana resolvieron la cita con dos goles de Deco, un futbolista que siempre hace lo que pide el juego y que, puesto que ayer no había sitio para los centrocampistas, ejerció de delantero.

BARCELONA 2 - MALLORCA 0

Barcelona: Valdés; Belletti, Puyol, Márquez, Gio (Sylvinho, m. 71); Xavi (Iniesta, m. 61), Albertini, Deco; Giuly (Gerard, m. 79), Eto'o y Ronaldinho.

Mallorca: Moyá; Ramis, Ballesteros, Iuliano, Poli; Campano (Melo, m. 60), Pereyra, De los Santos, Tuni (Correa, m. 64); Arango; y Luis García (Okubo, m.71).

Goles: 1-0. M. 17. Deco recibe de Márquez, recorta a Pereyra y su remate despista al portero porque el balón pasa por debajo de la suela de la bota de Eto'o. 2-0. M. 56. Xavi saca en corto un córner para Deco, que recorta, remata con la zurda y Moyá se traga la pelota.

Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Pereyra, De los Santos, Márquez y Gerard.

Camp Nou: 72.000 espectadores. Eto'o recibió el trofeo al mejor jugador de África.

El acierto del portugués, las piernas de Giuly, la alegría de Ronaldinho y la concentración de Valdés, que paró un penalti a Luis García, sobresalieron en una refriega disputada a todo trapo por la necesidad azulgrana de quitársela de encima y también por su reiterado empeño en correr cada día un poco más para espantar los males, expresados en el Madrid, que ayer se quedó clavado después de siete partidos de mucho achuchar.

Al Barça le ha entrado definitivamente la prisa por jugar y por ganar, así que no es extraño que sus partidos sean especialmente animados y dinámicos, más propios de un equipo de baloncesto que de fútbol, por mucho que el rival salga al campo con la intención de alargarlos. Tampoco hubo respiro anoche y el Mallorca pasó en un santiamén de sentirse tan afortunado como el Atlético a ser tan desgraciado como el Zaragoza.

Agitado y acelerado como andaba el Barcelona, sin reparar en sus concesiones defensivas y la falta de pausa en la divisoria, el árbitro le mandó parar sorprendentemente cuando Puyol derribó a Luis García en el momento en que acudía a atacar un centro de Tunis, acción en la que ningún azulgrana había reparado ante tanto trasiego. Ocurrió, sin embargo, que Valdés paró el lanzamiento al ariete y disparó nuevamente a su equipo, afortunado poco después en un remate de Deco que la suela de Eto'o dejó en la red ante la impotencia de Moya, un porterazo antes del primer gol y un flan en el segundo.

Aunque no gobernaban la contienda, imposible de regular por el exceso de velocidad, los azulgrana se ganaron unos cuantos remates porque Ronaldinho asomó por el margen izquierdo con su repertorio de gestos técnicos y Giuly apretó los dientes en la banda derecha. Albertini y especialmente Márquez activaron reiteradamente a los extremos con sus cambios de orientación, cosa de agradecer en un equipo muy centrifugado como el azulgrana. El problema es que ambos se excedieron en sus diagonales y acabaron por eliminar la línea de medios.

Falto de juego en la línea de centrocampistas, de sincronización y de equilibrio, el Barcelona fue demasiado vulnerable, accesible para el Mallorca, muy valiente en las jugadas de estrategia. No sabían jugar los azulgrana a favor de marcador y regalaron un par de remates francos, especialmente un cabezazo de De los Santos a la salida de un córner que rechazó el larguero de forma estruendosa.

Muy apretado y bien organizado defensivamente, el Mallorca combatió la fogosidad local con anticipación, muchas ayudas de dos contra uno y unas cuantas faltas tácticas. El partido permaneció un largo rato abierto. Justo hasta que Deco lo remató a la salida de un córner que sacó en corto Xavi. Recortó muy bien el portugués y el portero se tragó el balón. El error de Moyá acabó con las expectativas del Mallorca y premió el esmero del Barcelona en practicar las jugadas a balón parado, en otro tiempo olvidadas y últimamente muy productivas.

El segundo gol permitió la rueda de cambios y Rijkaard pudo refrescar al equipo con vistas a la Liga de Campeones: descansó por una vez Xavi y Giuly pudo retirarse como hacía en el inicio de campeonato, jaleado por los aficionados, conscientes de que es una especie que proteger. Ronaldinho aguantó a pie firme todo el rato. El brasileño estuvo más afilado y enchufado que de costumbre, señal de que huele el partido del Chelsea.

Aunque de alguna manera siempre albergó la esperanza del gol del honor, el Mallorca se rindió y Cúper siguió por el mismo camino que Rijkaard. Víctimas de la fatalidad y de la pegada de los azulgrana, los isleños se resignaron y la última media hora resultó hueca futbolísticamente y, en cambio muy revitalizadora anímicamente por la victoria del Athletic en el Bernabéu. Justo cuando el Madrid había apretado la cuenta atrás y se había colocado a -4, el Barça encontró el punto de inflexión y tiró para arriba: +7.

Eto'o remata ante Moyá.
Eto'o remata ante Moyá.VICENS GIMÉNEZ

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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