Calderón acaba con el Gran Canaria

Sudor, mucho sudor, y trabajo le hicieron falta ayer al Tau para doblegar a un Gran Canaria inmenso que vendió más que caro el pase a las semifinales de los actuales campeones. Hasta las últimas décimas de segundo tuvieron que fajarse los de Dusko Ivanovic para llevarse un encuentro que dio para muchas cosas y casi todas buenas. Fue entonces, con menos de un segundo y 77-74 en el marcador, cuando Keys falló a propósito un tiro libre que, a la postre, sentenció el partido: 77-75. El Gran Canaria se quedó sin el rebote que anhelaba para forzar la prórroga y sin tiempo para nada más.

Fantástica fue, sin embargo, la resistencia que opuso el conjunto canario ante un Tau que brilló con Calderón en la pista, pero que se difuminó sin él, en una tarde aciaga de Scola. Y eso, porque Pedro Martínez encontró siempre la mejor solución para contrarrestar a un Tau que, sobre el papel, era infinitamente superior. A la excelente dirección de Keys se unió el pegajoso marcaje de Esteller sobre un Macijauskas que, durante el final del primer cuarto y el inicio del segundo, lanzó al cuadro vasco: 26-14. Sucedió entonces que, lejos de continuar su carrera imparable, el Tau se frenó casi en seco. Ivanovic sentó a Calderón y el Gran Canaria, en vez de venirse abajo por la tercera falta de McDonald, que había vuelto loco a Scola, se envalentonó. Sus suplentes hicieron una labor de desgaste excelente que, cuando se rozaba el descanso, colocaba a los de Pedro Martínez a dos puntos: 35-33.

Se preveía una segunda parte emocionante y no defraudó. Antes de cometer su cuarta falta personal, a cuatro minutos para el final del tercer cuarto -forzada por Scola, que fue casi lo mejor que hizo-, McDonald retomó el mando anotador de los suyos y, bien secundado por Klein, puso al Gran Canaria por delante: 60-61. El Tau apretó los dientes y se dispuso a sufrir. Se agarró de nuevo a Calderón, que, por unos momentos, se había diluido e inició la labor de recuperación. No le fue fácil pese a tener a McDonald noqueado: Kyes, Baldo y Klein resistieron más que bien. Incluso cuando Calderón, con poco más de un minuto por delante, asumió la responsabilidad. A su triple respondió Klein con otro antes de que Guerra hiciera lo propio tras un nuevo intento fallido del base del Tau. Quedaba menos de un segundo y el marcador mantenía al Gran Canaria a tres: 77-74. Keys forzó entonces la falta desde los 6,25 metros y los árbitros le concedieron sólo dos tiros. Su fallo en el segundo decidió un encuentro magnífico que se inició con sólo un español en la pista: Calderón.