ETA conserva decenas de terroristas pese a las 1.121 detenciones desde 1996

Las fuerzas de seguridad españolas y francesas han detenido en los últimos nueve años (entre 1996 y ayer) a 1.121 personas por su supuesta colaboración o integración en ETA. De ellas, sólo una tercera parte, es decir, casi 400 personas, ha acabado en prisión. "Es muy difícil que ninguna banda pueda resistir ese ritmo de detenciones o de encarcelamientos", explican mandos antiterroristas, "pero está claro que ETA sigue teniendo a decenas de terroristas de los que puede disponer en cualquier momento".

La banda admite que está muy debilitada y que, al menos en algunas de sus estructuras, está dividida. Este hecho ha sido reconocido por el jefe de la organización, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, en la carta en la que pide nuevos atentados a los suyos. "[Un atentado] tendría mucha importancia", asegura, "más aún, cuando el enemigo se estaba regocijando una y otra vez en la debilidad de la organización y cuando la confianza de nuestra gente estaba en crisis".

Esa debilidad fue subrayada ayer en Rabat (Marruecos) por el ministro del Interior, José Antonio Alonso, cuyo equipo viene temiendo desde hace semanas un posible atentado mortal. "ETA en estos momentos está debilitada operativamente y no tiene desde luego ningún futuro político ni social. Pero conserva capacidad operativa y capacidad de atentar, y esa capacidad la activa cuando puede y por lo tanto tenemos que estar preparados para que haga cualquier cosa en cualquier momento", manifestó Alonso.

La debilidad se refleja también en los medios de la banda y en su miedo a crear infraestructura estable en España. El terrorista de Basauri, por ejemplo, estaba en casa de un amigo, mientras que los detenidos en Valencia estaban parando en un hostal. Otro terrorista, que escapó el pasado sábado de Tarifa (Cádiz) tras la detención de Javier Pérez Aldunate, vivía en una pensión.