La NBA pone la lupa sobre Zaragoza

La Copa del Rey vuelve a Zaragoza, el escenario en el que se empezó a fraguar, en 1984, su exitosa fórmula. Aquel año, el equipo de casa, el CAI, se alzó con el trofeo de la mano de un americano excepcional, no muy alto, pero hábil y robusto como un roble. Kevin Magee se llamaba y, junto a él, jugadores que marcaron toda una época como los hermanos Arcega, Díaz, Bosch y Zapata, rompieron el abrumador dominio de Barça y Madrid. 21 años después han cambiado muchas cosas: del pabellón de 5.000 espectadores se ha pasado al Príncipe Felipe, con el doble de capacidad y las localidades agotadas para las cuatro jornadas coperas; de 150 periodistas acreditados se ha pasado al medio millar; de ver en la grada al representante del malogrado Fernando Martín, que apenas acariciaba la idea de que su pupilo llegara a la NBA -lo hizo dos años después con los Blazers-, a los 33 ojeadores de la mejor Liga del mundo que se darán cita con las libretas repletas, pese a la ausencia de Rudy Fernández, de firmes aspirantes a seguir la aventura americana de Gasol y Raúl López.

- Real Madrid. No gana la Copa desde 1993 y sólo ha logrado una Liga en los últimos diez años. Sin embargo, de la mano de Maljkovic y de fichajes como Bullock, Sonko y Reyes, se ha podido entrever en bastantes partidos por fin a un digno sucesor del mejor Madrid. Ha bajado el pistón en las últimas semanas y no acaba de encontrar la mejor relación bajo tableros para que Felipe Reyes explote todo su potencial. También depende del momento físico de Bennett, renqueante durante las últimas semanas.

- Tau. Ivanovic va encajando las piezas. A medida que Macijauskas va recuperando su mejor línea de juego, y de la mano Scola y de Calderón, que se está asentando como el mejor base en España, el equipo de Vitoria se apresta a defender el título de un torneo en el que ha estado presente en sus tres últimas finales.

- Etosa. Lo que ha logrado Trifón Poch es para quitarse el sombrero. La combinación de tres veteranos tan perseverantes y especializados en sus labores, Nacho Rodríguez como base, Lucio Angulo como escolta y De Miguel como pívot, ha sido el complemento ideal para una pareja americana de lujo, la formada por Larry y Quincy Lewis.

- Barcelona. Su irregularidad es una constante en una temporada mal programada debido al inesperado relevo de Pesic por Montes. Pero a pesar de la sensible baja de Dueñas, lesionado al igual que Marc Gasol, posee jugadores resolutivos ante cualquiera y en cualquier situación. La llegada de Davis y Zizic mitiga sus problemas. Ilievski es clave: brillante unas veces, se derrumba otras.

- Unicaja. Garbajosa se consolida en un equipo que ha crecido después de un mal inicio -cuatro derrotas en las cinco primeras jornadas y eliminación de la Euroliga- y que, tras recuperarse Tabak de una lesión, aspira a plantarse, al menos, en su primera final. Vázquez apunta a estar muy arriba en el draft de la NBA. La expedición del Unicaja tuvo que regresar ayer a Málaga por un fallo técnico del avión que la trasladaba. Luego viajó en vuelo regular a Madrid y desde allí enlazó a Zaragoza en tren Ave.

- Gran Canaria. Pedro Martínez reparte mucho las responsabilidades en un conjunto que brilla por su defensa y su capacidad reboteadora, ahí es nada, el mejor de la Liga en ambas facetas.

- Pamesa. Muchos vaivenes pero, pese a la baja de Rigaudeau, a la duda de Okulaja y a sus dos últimas derrotas, su línea es ascendente. Cuenta con algún experto en torneos coperos como su máximo anotador, Rakocevic. Su juego interior, con Oberto, Tomasevic y Julian, es temible.

- Estudiantes. Llega a Zaragoza tras ser eliminado en la Euroliga y haber sufrido un serio desperfecto en Alicante (99-64), en lo que su técnico, Pepu Hernández, calificó como el peor partido en 32 años. Visto lo visto, no es extraño que el propio entrenador haya lanzado un aviso a navegantes: "Quién piense que somos favoritos es un demente", declaró. Atención a sus dos perlas: Sergio Rodríguez y Carlos Suárez.