La Comunidad planta 20 olmos para recuperar la especie

En un lugar de nombre tan sugerente como la plaza del Olmo, en Olmeda de las Fuentes, no era posible encontrar ni un solo ejemplar de este tipo de árbol. Hasta ayer, cuando, pala en mano, el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad, Mariano Zabía, puso literalmente su granito de arena para plantar el primero de los seis olmos que el Gobierno de la región trasladó hasta este pequeño municipio al este de Madrid.

Con esta iniciativa, el segundo paso de un proyecto que comenzó el año pasado, la Comunidad pretende recuperar este árbol en una zona en la que tiempo atrás las grandes concentraciones de olmos daban nombre a algunos de los pueblos de la zona.

En el año 1850, uno de cada tres árboles de la región eran olmos. Hoy apenas quedan vestigios del que los burgueses franceses revolucionarios llamaron el árbol de la libertad. El culpable de esta pérdida de árboles es un temible escarabajo que desde la década de los ochenta del pasado siglo se ha comido la práctica totalidad de olmos en Europa.

Las víctimas de este hongo, llamado grafiosis y sin remedio conocido, se cuentan por millones en el mundo en apenas 30 años. Sólo en Madrid se puede hablar "de más de 100.000 árboles perdidos", según afirmó ayer Luis Gil, catedrático de la Escuela de Montes de la Universidad Politécnica, entidad que colabora con la Comunidad en esta empresa.

El tipo de olmo que se está trasplantando es una rara variedad resistente a la grafiosis que crece en el olmedo de Rivas-Vaciamadrid, uno de los pocos que aún quedan en Europa. A partir de este tipo de árbol, el grupo en el que trabaja Gil ha conseguido crear nuevos ejemplares con las mismas características que se están replantando por toda la región. El proyecto de repoblación del olmo comenzó en 2004 en la sierra del Rincón, al norte de la Comunidad. Este año se plantarán 20 árboles en total en municipios como Colmenar Viejo, Colmenar de Arroyo, Canencia, San Fernando de Henares y Rivas-Vaciamadrid.