"La Constitución nos hace fuertes frente a otros bloques"

Mikel Madariaga (Bilbao, 42 años) es director general de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) Zona Norte desde hace cuatro años. Es economista y firme partidario del Tratado de la Constitución europea, aunque lamenta la pérdida de peso de España. Madariaga llega a esta conclusión tras el análisis del Tratado que la APD realizó en unas jornadas. Su organización en la zona norte agrupa a 800 empresas con el objetivo de formar en las últimas tendencias económicas a los directivos.

Pregunta. ¿Sí o no a la Constitución europea?

Respuesta. La impresión es favorable, porque nos ayuda a mejorar las relaciones internas en la Unión Europea y nos convierte en más fuertes ante otros bloques, como Estados Unidos, Suramérica, Japón o China. El punto en contra es que España no queda entre los países que ocupan el primer lugar, como Alemania o Francia.

"Debemos ir a los países de la ampliación e instalar allí nuestros negocios"

P. ¿Se refiere al peso en el sistema de toma de decisión en el Consejo?

R. Sí. Hubiera sido mejor contar con el peso de Niza y estar con los países tractores. En todo caso, apoyamos la Constitución porque estamos a favor de consolidar toda la integración económica europea.

P. ¿Es especialmente bueno para la empresa de la zona vasca?

R. Positivo. La empresa de la zona norte debe salir fuera. Cuanto más fácil se lo pongan mejor. Ésta es una zona que ha tenido tradicionalmente una vocación exportadora. Las pymes deben aprovechar para coger tamaño y consolidar mercados en el exterior.

P. ¿A qué atribuye la negativa al tratado de los sindicatos nacionalistas?

R. Verán alguna pérdida en cuestiones sociales, pero la realidad es que, si las empresas van bien, los trabajadores y la sociedad, también. No nos podemos quedar aquí. Hay que entrar por sectores para ser competitivos. En ocasiones hay que renunciar a algo. En Alemania ya ha habido renuncias en el sector de la automoción para poder mantener la competitividad, tanto por parte de las empresas como de los trabajadores.

P. ¿Las empresas vascas deben aprovechar las situación para adquirir una dimensión transnacional?

R. Hay que fomentar primero la colaboración aquí y un segundo paso debe ser la colaboración con las empresas que sean complementarias en Europa para acceder a terceros mercados como Japón o EE UU.

P. ¿Existe recelo entre el empresariado vasco ante la Constitución europea?

R. No lo percibimos. Lo vemos más como una oportunidad. Hay que tener respeto a la nueva Europa ampliada, pero también hay que verlo desde un punto de vista positivo, como un mercado potencial. Debemos ir allí e instalar nuestros negocios. Nos va a llegar cierta competencia, pero es mejor buscar aliados que pensar sólo en la competencia.

P. La empresa vasca está muy atomizada. ¿Siguen sus consejos?

R. Falta mucho recorrido por andar, pero sí hay inquietud y se mueve alguna cosa. Existe una sensibilidad hacia la necesidad de tomar un tamaño óptimo, pero conviene seguir insistiendo desde las instituciones y las organizaciones empresariales. Muchas veces se sabe, pero no se da el paso. En APD estamos muy interesados en este proceso y tratamos de concienciar a la empresa en la necesidad de integrarse y apostar por la internacionalización. Europa es una oportunidad en esta dirección.