Pujol afirma que la política catalana está secuestrada por la insinceridad, la teatralidad y una idea 'light' del país

Jordi Pujol dio ayer una conferencia en ESADE, en conmemoración de otra dictada en el mismo escenario en febrero de 1975 que constituyó su salto a la política pública tras un periodo de dedicación a actividades económicas y culturales. Ayer, el ex presidente de la Generalitat se apartó en su discurso de los asuntos de la actualidad política, y lo dedicó a denunciar que el país sufre desde hace tiempo las, a su juicio, nefastas consecuencias de "un pensamiento político correcto" que calificó de "agotado". Contundente como siempre, Pujol afirmó que la política catalana está "secuestrada" por la "insinceridad", la "teatralidad" y "una idea light" de Cataluña.

Para escuchar a Pujol en esta efeméride acudió a ESADE un público que excedía la capacidad de la sala de actos, lo que obligó a adaptar aulas. Entre los oyentes se encontraba la infanta Cristina, además de muchos ex consejeros de los gobiernos de Pujol, dirigentes y ex dirigentes de Convergència Democràtica (CDC), como Miquel Roca y Macià Alavedra, y figuras de la vida económica, como el director general de La Caixa, Isidre Fainé; Pedro Fontana, del BBVA; Josep Oliu, del Banco Sabadell, y Lluís Carulla, de Agrolimen, entre otros.

Presentado por el profesor Luis de Sebastián como "el político más importante que haya tenido nunca Cataluña", Pujol convirtió la conferencia en una dura crítica a los responsables de que no se haya inculcado en las generaciones jóvenes "la disciplina y la dinámica del esfuerzo".

Retomando uno de sus más reiterados argumentos de crítica contra la izquierda durante sus años de gobernante, aunque sin citarla, Pujol afirmó que la "experimentación pedagógica" ha potenciado la creatividad y la iniciativa, pero ha alejado a las generaciones jóvenes de valores imprescindibles para cualquier proyecto de vida, "como la moral del esfuerzo, la jerarquía, la responsabilidad".

Cataluña vive, según Pujol, un momento "particular", con retos a los que en varios momentos de la conferencia atribuyó la capacidad de estallar en crisis graves, capaces de poner en juego su propia identidad como país. Resumió estos retos en el cambio tecnológico, la globalización económica y la inmigración.

Frente a estos retos, dijo, el pensamiento político dominante en Cataluña no sirve "porque no es fruto de un esfuerzo original y propio", porque "no prioriza Cataluña y porque es fruto de "una concepción light del país, de la sociedad y de la persona".

Ameno relator de anécdotas y ejemplos, Pujol fustigó a los políticos en general por su cobardía a la hora de salirse de esa corrección política que, poco a poco, fue identificando con las ideas de la izquierda. Uno de los ejemplos ayudó a clarificar, para goce de los diputados y ex diputados de CiU que le escuchaban. Explicó que para acallar o sortear críticas como las que, según dijo, le llovían en sus años de gobernante cada vez que apelaba a la responsabilidad de los padres en la educación de los niños, ahora utiliza una cita de José Saramago. "Como Saramago, aparte de premio Nobel, es muy de izquierdas y había sido comunista estalinista, nadie dice ni pío".

Y así fue como los asistentes se enteraron de que, durante los 23 años de gobierno de Pujol, el pensamiento político dominante en Cataluña fue el estalinismo.