Llega una nueva ola de frío con descensos de las temperaturas de hasta cinco grados

No será tan rigurosa como la que congeló la Península hace apenas 15 días, pero la nueva ola de frío provocará que los termómetros catalanes desciendan, desde hoy y hasta el próximo domingo, una media de cinco grados, según informó ayer el Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC). Se trata de un repentino frente polar; pero, debido a la presencia de fuertes vientos, de hasta 190 kilómetros por hora, el frío no llegará a estancarse, con lo que las temperaturas no bajarán de los dos o tres grados en el centro y el sur de la costa, y de los cero grados en el norte. Durante el fin de semana, al cesar las intensas ráfagas de aire, la masa de frío alcanzará la superficie terrestre y hará que en algunas zonas del interior el mercurio caiga por debajo de los cero grados. En la foto, el túnel de Capsacosta, entre la Garrotxa y el Ripollès, ayer.

La Dirección General de Emergencias y Seguridad Civil activó ayer la alerta del Plan Neucat (plan especial de emergencias por nevadas en Cataluña) en las comarcas del territorio catalán donde las precipitaciones en forma de nieve eran probables, como el Alt Urgell, la Cerdanya y Ripollès, o muy probables, como la Alta Ribagorça, el Pallars Sobirà y la Val d'Aran. Según el Servicio Meteorológico de Cataluña, el grueso de nieve en estas comarcas superará los cinco centímetros en cotas superiores a los 600 metros, entre las 19.00 horas de ayer y las 19.00 horas de hoy. En la zona de los Pirineos y Prepirineos, por otra parte, los Bomberos de la Generalitat tuvieron que realizar inspecciones en las zonas afectadas por la nieve, además de retirar vehículos atrapados en la calzada y abrir camino en algunas pistas forestales.

15 horas sin electricidad

La nueva ola de frío, según el SMC, ha rebajado la cota de nieve hasta los 200 metros de altura, y ayer, entre otros incidentes de menor importancia, un alud dañó tres postes eléctricos, lo que dejó sin suministro de luz durante casi 15 horas a 300 vecinos del municipio de Alt Àneu, en el Pirineo leridano, según comunicó la compañía eléctrica Fecsa-Endesa.

Los fuertes vientos, por otra parte, castigaron severamente algunas zonas de alta montaña. En el refugio pirenaico de Ulldeter, por ejemplo, se registraron ráfagas de hasta 190 kilómetros por hora; en el observatorio de Boí (Alta Ribagorça), situado por encima de los 200 metros de altura, el viento superó los 160 kilómetros por hora, y en Mas de Barberans (Montsià), sopló a 133 kilómetros por hora, según el SMC.