Una clase con el pintor de las 6 caras

Cerca de 50 niños menores de seis años del Colegio María Magdalena de Mengíbar (Jaén) aguardan a la entrada del Museo Provincial de Jaén. Siguen atónitos las instrucciones de sus profesoras, Lidia García y María del Mar Ramos, que les recuerdan que no pueden tocar los cuadros "porque se les va la pintura y luego no pueden ser vistos por otros niños". Para muchos es su primera visita a un museo y van a conocer "al pintor de las niñas de las seis caras". Con estas palabras, y a sus cinco años, Elena Sánchez define a Manuel Ángeles Ortiz (Jaén, 1895-París,1984), granadino de adopción, amigo inseparable del poeta Federico García Lorca y compañero de Picasso en París.

Con el material elaborado por el Gabinete Pedagógico de Bellas Artes del museo, Elena y sus compañeros han trabajado con reproducciones de las obras Cabezas múltiples y Cabeza de niña, dos de los cuadros de este pintor. "Hemos coloreado las partes de cada cuadro, las hemos recortado y luego las hemos vuelto a pegar", explica con orgullo Esperanza Sánchez.

Con la ayuda de la responsable del gabinete pedagógico, Carmen Guerrero, los niños reconocen los colores, las formas e imaginan que quiso reflejar Ángeles Ortiz en sus cuadros. Guerrero, que organiza otras actividades con chavales de educación Primaria, Secundaria y Bachillerato resalta que estos pequeños de entre 4 y 6 años son sus alumnos más motivados. "En estas edades tan tempranas todavía no se tienen prejuicios ni ideas preconcebidas. Son los mejores espectadores porque su mente abierta a todo", resalta Guerrero.

"A través de las imágenes de Goya, Velázquez o Picasso recrean los pensamientos de los personajes, realizan dramatizaciones y continúan con sus propios dibujos las historias que les cuentan los artistas", explica María del Mar Ramos.

La actividad con la obra del pintor Manuel Ángeles Ortiz es una de las muchas que se enmarcan dentro de la campaña Escuela y patrimonio puesto en marcha por las Consejerías de Educación y Cultura. El programa tiene como objetivo proporcionar a los centros escolares de la provincia apoyo didáctico y económico en las actividades que ellos mismos planifiquen sobre el patrimonio histórico. Desde que esta iniciativa se puso en marcha en el año 1987 han participado más de 1.300 centros y cerca de 60.000 escolares.