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Reportaje:FÚTBOL | Internacional

"En Italia se fallan menos goles"

Consolidado en el Inter, Cambiasso analiza el 'calcio' siete meses después de dejar el Madrid

Diego Torres

El calcio no es generoso, pero hace excepciones. Sobre todo, cuando se trata de argentinos. Fichado por el Inter en junio, Esteban Cambiasso (Buenos Aires, 1980) es el titular indiscutible en el eje del equipo. En un centro del campo sobre el que gravitan Verón, Stankovic, Kily González, Davids y los dos Zanettis, el ex madridista es el único que no ha encontrado contestación. Atrás dejó ocho temporadas de relación con el Madrid, al que llegó con 15 años. En la última terminó relegado al banquillo, sin apoyos en la directiva y bajo el constante rumor de que se trataba de un futbolista físicamente pobre para ocupar el medio centro. Seis meses más tarde, el Madrid debió fichar al danés Gravesen como solución de emergencia en esa zona.

"A veces, Adriano piensa que puede resolver partiendo desde la mitad de cancha o más atrás"

"No opino sobre las políticas de los clubes", dice Cambiasso para zanjar cualquier polémica con su ex equipo; "se supone que la gente que ha llegado a ocupar el cargo de presidente o de director general tiene capacidad. Yo me entreno y juego. Pero creo que hoy los dirigentes se han concienciado de la importancia de los medios centro a nivel mundial. Por algo el Barça también fichó a Edmilson".

"Es una idea falsa", asegura Cambiasso cuando se le pregunta por la paradoja de su supervivencia en un fútbol más físico: "En España se menosprecia al fútbol italiano. Dicen que es feo. Pero el Milan fue campeón de Europa con Pirlo y el Madrid fue campeón de Europa con Makelele. Lo importante es que exista un equilibrio. Si tienes un lateral derecho como Cafú, que cada cinco minutos está en posiciones de extremo, es lógico que el volante derecho no sea como Figo. Es más probable que sea como Gattuso. Y, sí, es cierto que aquí se valoran más las posiciones tácticas. Esas posiciones que hoy en el Madrid también se valoran".

Famoso en su adolescencia por tener condiciones de jugador creativo, orgulloso de su talento como media punta, Cambiasso ha experimentado una metamorfosis técnica y mental. Ahora es un medio centro predispuesto a exaltar las virtudes grupales. "Me pone contento saber que el Madrid compra medios centro", dice; "o que la Juventus, a la hora de armar una base, lo primero que hace es fichar a Emerson. Los balones de oro son para los jugadores que hacen lo inesperado. Pero también se necesita a alguien que haga lo que hacen Roy Keane en el Manchester o Emerson en la Juve".

Cambiasso aprendió el oficio de medio centro en el Madrid, equipo que entre 2002 y 2004 dejó esa parte del campo al descubierto. "Lo que más valoro", advierte, "es haber aprendido a tratar de estar muy seguro a la hora de ir a buscar la pelota. En el Madrid también aprendí que es más fácil recuperarla si te pegas a los centrales, pero para el equipo es mejor robarla arriba. Y aprendí que hay que dosificarse; cuando uno juega cada tres días, no se puede entrenar a mil. Hay que hacer mucho más trabajo de recuperación".

Hoy, el Inter ocupa el tercer puesto en la clasificación italiana y es el único equipo de las grandes Ligas europeas que no conoce la derrota esta temporada. "Aquí hay dos que marcan la diferencia, el Milan y la Juve", dice Cambiasso; "el Milan tiene la gran ventaja de mantener el mismo bloque. El Inter ha fichado a nueve jugadores, además del entrenador, y el entendimiento lleva tiempo. En nuestro favor hay que decir que, si no hemos ganado tanto, somos un equipo que siempre reaccionó. Hace casi 40 partidos que estamos invictos, sumando la Copa, la Champions y la Liga. Con el Inter, hasta el último minuto no se sabe qué pasará. Pero no perdemos".

Preguntado por si Adriano, el goleador del calcio, con 18 tantos, está sobrevalorado, Cambiasso no tiene dudas: "Es un jugadorazo. Pero para analizar el valor de los jugadores tendríamos que pensar que están todos sobrevalorados. ¿Cuál sería el parámetro si hoy jugaran Maradona o Pelé? El valor lo pone el mercado, pero no hay una valorización del jugador en sí. Probablemente un jugador en la Liga rusa gane lo mismo que Zidane en el Madrid".

"Adriano", prosigue, "se tiene tanta confianza que muchas veces piensa que puede resolver aun partiendo desde la mitad de la cancha o más atrás. Cuando tienes a uno de los mejores, la tendencia a depender de él es natural".

Sobre la cultura tacticista italiana, Cambiasso afirma que su entrenador, Mancini, no le ha sorprendido: "Hoy por hoy, en general, los técnicos te piden lo mismo. No creo que ni en Italia ni en España disfruten porque te metan un gol cuando tres salieron [al fuera de juego] y uno se quedó y habilitó al rematador. En todos los países es igual, sólo que aquí existe la mentalización de que esto no surge de un milagro, sino que hay que trabajarlo. Y se trabaja".

"En Italia", compara, "los clubes pequeños saben a lo que juegan, que es a cuidarse. En España te salen a tener la pelota en algunos momentos. Sin embargo, noté que aquí el acierto es mucho mayor. En la Liga italiana es muy difícil que un equipo que tenga tres o cuatro ocasiones no marque uno o dos goles. Se fallan menos. Eso significa que no se puede descuidar el más mínimo detalle porque se paga. Se ven muchos más goles feos porque valen lo mismo: el delantero busca igual el gol de volea desde 30 metros que tocándola apenas sobre la línea".

Cambiasso despeja el balón ante una internada del valencianista Rufete en un encuentro de la Liga de Campeones.
Cambiasso despeja el balón ante una internada del valencianista Rufete en un encuentro de la Liga de Campeones.AP

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
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