La Generalitat inspecciona comercios en 42 municipios para hacer cumplir la ley de horarios

La Generalitat inició ayer una inspección en 42 ciudades de Cataluña -las de más población- para comprobar el nivel de cumplimiento de la nueva ley de horarios comerciales. La legislación catalana permite abrir los domingos a las tiendas de autoservicio de alimentación de menos de 120 metros cuadrados hasta las tres de la tarde y prohíbe la apertura de bazares, comercios de recuerdos y tiendas textiles, entre otros establecimientos. La inspección responde a las numerosas denuncias de las asociaciones de comerciantes en ciudades como Barcelona.

El Ejecutivo catalán inició ayer por sorpresa las inspecciones, un mes y medio después de la entrada en vigor de la nueva ley de horarios comerciales. La nueva legislación, más restrictiva que la anterior, sólo permite la apertura en días festivos de las tiendas de alimentación de hasta 120 metros cuadrados -siempre que no pertenezcan a grupos empresariales- hasta las tres de la tarde. La ley española marca como máximo los establecimientos de hasta 150 metros cuadrados. En las últimas semanas, las asociaciones de comerciantes han reclamado reiteradamente a la Generalitat que haga cumplir la ley, ante la constatación de que numerosos establecimientos no respetan la normativa.

Se trata de una primera actuación para concienciar a la población de que la ley "no es papel mojado", según afirmó ayer el consejero de Comercio, Turismo y Consumo, Josep Huguet, que presentó la campaña de inspección en Manresa (Bages), su ciudad de residencia. Los resultados se darán a conocer hoy, ya que la inspección se prolongó hasta la noche de ayer.

Huguet destacó el papel de los ayuntamientos, algunos de los cuales, como el de Manresa o el de Lleida, ya han iniciado por su propia cuenta la inspección a través de la policía local. En la actuación de ayer, los 50 inspectores repartidos por las principales ciudades catalanas abrieron expedientes a los comercios que no respetaban los horarios y repartieron documentación para informar de la nueva ley. Entre la información que recogían los inspectores, se encuentra el tipo de irregularidad y la nacionalidad de origen de los titulares del comercio.

La nueva ley establece que, con carácter general, los establecimientos deben permanecer cerrados los domingos y festivos, excepto en los ocho domingos en que se permite la apertura de todos los comercios. Durante 2005, el 2 y 9 de enero, el 3 de julio, el 6 de noviembre y los días 6, 8, 11 y 18 de diciembre. Las tiendas pueden abrir un máximo de 12 horas al día.

Excepciones

A pesar de las restricciones que establece la ley de horarios, la propia legislación establece numerosas excepciones para determinados comercios que sí pueden abrir en días festivos. Además de las tiendas de menos de 120 metros cuadrados que no pertenecen a cadenas, pueden abrir sus puertas establecimientos destinados a la venta de productos de pastelería, repostería, churrería, pan, platos preparados, prensa, flores, plantas y las denominadas tiendas de conveniencia. Además, quedan eximidos también gasolineras, comercios instalados en estaciones de transporte, farmacias y los comercios situados en zonas turísticas.

La presencia de los inspectores no obligaba ayer a los titulares a cerrar el establecimiento, porque esta es una atribución exclusiva de la policía local. Sin embargo, fuentes de Comercio indicaron que el paso de los inspectores ejerció de efecto disuasorio. Las sanciones pueden ascender hasta los 600.000 euros en casos de reincidencia, con multas de hasta 60.000 euros si la sanción es municipal.

Igualdad de condiciones

Huguet se mostró ayer dispuesto a actuar con contundencia para hacer cumplir la ley de horarios comerciales -"a pasar el rastrillo por el conjunto del país", explicó-, porque aseguró que esa es la manera de conseguir los objetivos de igualdad de condiciones en el mercado, para disponer de un comercio distribuido en la trama urbana de las ciudades y para garantizar la conciliación del trabajo con la vida familiar en el sector. "Sin esta ley, muchos pequeños comercios, la pequeña y mediana empresa comercial estaría cerrando en estos momentos porque no podrían aguantar los costes que suponen tener abierto todo el año y en todos los horarios", dijo el consejero.

Huguet manifestó que se trata de "una decisión ampliamente reclamada por la mayoría social del comercio de Cataluña como uno de los instrumentos de garantizar el equilibrio de formatos".