EasyJet sienta las bases para España
La compañía de bajo coste extiende el negocio y planea realizar vuelos nacionales
EasyJet se ha hecho mayor de edad. En una industria como la del transporte aéreo, que va a velocidad de vértigo, la británica cumple este año su décimo aniversario. Es una compañía consolidada y dispuesta a plantar cara a la tradicional Iberia en su propia casa. EasyJet está analizando implantar una base en este país y hacer vuelos nacionales.
Desde 1998 presenta beneficios -62,2 millones de libras esterlinas antes de impuestos en 2004- y no para de crecer. Vuela a 58 aeropuertos
La revolución del bajo coste va a encontrar en España el próximo campo de batalla. Si ya Iberia ha anunciado el recorte de rutas nacionales y europeas por la competencia que este tipo de compañías le supone, y mientras Ryanair sigue volando a distintos aeropuertos, otra compañía, easyJet, anuncia importantes movimientos. Ed Winter, su director general, ha manifestado en Madrid esta semana que la empresa analiza implantar una base en España para aumentar sus vuelos a Europa y con el fin último de hacerse con parte del mercado nacional.
La compañía británica ya lo ha hecho en otros lugares. En el Reino Unido, el 90% de la población vive a menos de una hora de un aeropuerto donde opere easyJet, y la compañía realiza vuelos nacionales en Francia y en Alemania. España, que supone el 25% del negocio de la aerolínea, es su próximo objetivo para implantar una base y crecer así de forma exponencial.
Cuatro son las posibilidades que easyJet estudia. Una de ellas es Madrid-Barajas, que tras la ampliación contará con un importante número de slots (permisos de uso horario del aeropuerto). También se analizan Barcelona, Málaga -donde es ya el segundo operador- y Alicante, donde es el primero. Aún es muy pronto, según Winter, para saber qué impacto en el mercado tendría la nueva base, pero como ejemplo señala que cuando easyJet implantó la de Berlín se abrieron 22 rutas nuevas, entre las nacionales y las europeas.
Un modelo diferente
Winter lo tiene muy claro. "La gente", dice, "quiere otra forma de volar. Ha visto que las compañías de bajo coste ofrecen lo que piden, un traslado seguro y puntual a buen precio". Y eso es lo que hace easyJet con un modelo de negocio que se sitúa a mitad de camino entre el de las compañías tradicionales y el bajo coste extremo que simboliza Ryanair. La línea aérea, que en los últimos 12 meses ha transportado 26 millones de pasajeros -Iberia transporta casi 30- tiene una tarifa media, incluida tasas, de 60 euros, pero vuela a aeropuertos principales.
Esta idea mixta del negocio le está dando buenos resultados. Desde 1998 presenta beneficios -62,2 millones de libras esterlinas antes de impuestos en 2004- y no para de crecer. En la actualidad, sus 95 aviones cubren 191 rutas a 58 aeropuertos de 18 países. Pero para el año 2007 la flota se habrá ampliado hasta contar con 160 aviones tras el pedido realizado a Airbus de 120 naves.
"Tenemos muchas posibilidades para crecer y desarrollarnos", afirma el director general. Entre ellas, disponer de un efectivo de 510 millones de libras esterlinas, con datos de septiembre del año pasado.
EasyJet debe gran parte de su crecimiento a la compra en 2001 de Go, la filial de bajo coste de British Airways. Pero Winter no cree que se produzcan muchos movimientos en este tipo de negocio, aunque sí lo que él llama una "racionalización", y que no es ni más ni menos que la quiebra de unas cuantas compañías. "Es que hay 50", argumenta cuando se habla del tema.
Aerolíneas paneuropeas
Tampoco ve futuro para el modelo tradicional de las compañías de red. En su opinión, el mercado quedará configurado con las aerolíneas tradicionales dedicadas a la larga distancia, otras que explotarán determinados nichos de mercado y dos o tres grandes compañías paneuropeas entre las que se situará easyJet. ¿Los precios? A su juicio, irán cada vez más a la baja, pero no hasta el extremo de que se pueda volar sin pagar por el billete, como plantea su colega, Michael O'Leary en Ryanair. "Podemos obtener muchos ingresos de lo que no es propiamente el vuelo, como el menú, las compras a bordo u otros sevicios, pero siempre habrá costes como el de la tripulación que habrá que pagar".
Entre esos costes, easyJet mira con suma atención el de los aeropuertos. Winter mantiene que las tasas de los españoles se sitúan en el rango medio, pero no así los costes por los servicios en tierra, el handling, por lo que se suma a las voces que piden a gritos la liberalización. También se suman a las que piden claridad en la regulación de las compañías de bajo coste. Mantiene que todos los acuerdos que la aerolínea ha alcanzado con las autoridades locales para utilizar los aeropuertos, como el logrado en Asturias desde donde volará a partir de abril, han sido públicos y han estado al alcance de todas las demás compañías, y dice que Bruselas haría bien en clarificar la situación.
Sin hacer mucho ruido, easyJet ha mordido parte del mercado español donde tiene 53 rutas a cinco países. Y ahora se le ha abierto el apetito.
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