Unas reformas necesarias

Suiza ha cerrado 2004 con un alza del 2% en su PIB. Un crecimiento insuficiente para salir del estancamiento que les ha llevado a perder competitividad y a elevar sus tasas de desempleo. Los expertos coinciden en que el Estado debe poner en marcha un paquete de reformas que elimine el proteccionismo en los sectores agrícola y eléctrico y que flexibilice la legislación laboral.

La economía necesita reformas estructurales, ya que si el país sigue creciendo sólo al 2% no podrá pagar la seguridad social y las pensiones

Suiza es uno de los países con mejor calidad de vida de Europa, con una renta 'per cápita' de 32.000 dólares, la cuarta más alta del mundo

La economía suiza crecerá entre un 1,8% y un 2% en 2004, según los datos oficiales y estimaciones de organismos privados. Unas cifras que confirman el estancamiento financiero y comercial en que el país se encuentra desde hace una década. El crecimiento promedio del PIB en los últimos seis años ha sido sólo de un 1,2% anual, llegando a su punto más bajo en 2003, en que cayó un 0,4%.

Este bajo crecimiento ya está comenzando a pasar factura a la estructura de la economía suiza, que históricamente ha sido una de las más fuertes de Europa Mientras el sector exterior, que representa la mitad de la economía, ha bajado mucho su competitividad, su tasa de desempleo ha alcanzado al 3,9% de la población, su nivel más alto en seis años.

Alarmas encendidas

Suiza es uno de los países con mejor calidad de vida de la Unión Europea con un ingreso per cápita de 32.000 dólares, el cuarto más alto del mundo. No obstante, los expertos y el propio secretario de Estado de Economía, Jean-Daniel Gerber, han encendido las alarmas esta semana sobre la extremadamente lenta recuperación de la economía y la necesidad de realizar reformas urgentes para impulsar la producción suiza.

Según los expertos, precisamente la riqueza del país y este nivel de vida corren serio riesgo de caer a medio plazo, si no se realizan reformas estructurales que reduzcan el proteccionismo del Estado en sectores clave como la electricidad y la agricultura y que propicien la competencia entre empresas y otorguen flexibilidad a la legislación laboral.

El principal problema es que si el país sigue creciendo a tasas del 2% anual, será imposible seguir pagando costes de la seguridad social y las pensiones, lo que elevaría el endeudamiento público. En estos momentos la deuda pública del Estado suizo llega al 51% del PIB y el déficit fiscal pasará de representar el 0,2% al 2,5% del PIB en 2005, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). El PIB de Suiza rondó el año pasado los 239.000 millones de dólares.

El mismo FMI ha alertado sobre esta situación y ha sugerido revisar los impuestos a la inversión o el IVA y establecer un gasto público más austero. Suiza es uno de los países con menor carga fiscal del mundo, por lo que cualquier alza podría perjudicar los altos niveles de inversión basados en la banca y el sector farmacéutico. De hecho, la inversión en equipos ha sido de los mejores índices de 2004, con un crecimiento del 6%.

Aumenta el paro

Según los analistas, además de reducir fuertemente el gasto público, lo más aconsejable sería aumentar el IVA, ya que afectaría a todos los ciudadanos por igual, a diferencia de un tributo directo al ingreso, que podría desalentar la creación de empleo. Una medida nada popular considerando que 2004 cerró con un paro del 3,9% de la población activa, lo que equivale a 158.416 desempleados, más del doble de los que existían hace cuatro años.

Para reducir estas tasas, lo principal es demostrar que la recuperación económica es a largo plazo -los pronósticos señalan que se llegará a un crecimiento del 1,6% el PIB- ya que así las empresas recuperarán la confianza y podrán crear nuevas plazas. Los más optimistas señalan que 2005 arrancará con una tasa de desempleo del 3,5% y cerrará alrededor del 3%, gracias a la creación de 20.500 puestos de trabajo.