La infraestructura del transporte en 2005
El autor señala como prioridades la aprobación
del Plan de Infraestructuras, recuperar
la licitación y las nuevas autopistas de peaje.
El cambio de Gobierno consecuencia de los resultados electorales del pasado 14 de marzo significó, como siempre ha sucedido en nuestra historia democrática, la terminación del Plan de Infraestructuras 2000-2007 que -a propuesta del entonces ministro de Fomento- puso en marcha el anterior Gobierno del PP.
El Ministerio de Fomento, presidido por Magdalena Álvarez, ha puesto en marcha con una diligencia digna de encomio una nueva planificación estratégica que define los objetivos que el nuevo Gobierno del PSOE entiende deben regir para la consecución de un conjunto equilibrado de infraestructuras que impulsen definitivamente la competitividad de nuestro país y al mismo tiempo permitan una planificación presupuestaria de las inversiones necesarias a medio y largo plazo.
Es evidente la necesidad de colaboración pública y privada en la financiación de infraestructuras
El mundo empresarial reclama infraestructuras del transporte que permitan competir
Este Plan, denominado PEIT, tiene un alcance de 15 años (2005-2020) y debe aprobarse por las Cortes durante 2005 para su inicio real en 2006. Nace además, y de acuerdo con lo manifestado por Magdalena Álvarez, con vocación de consenso con toda la sociedad y, por ello, de perdurar durante todo su plazo de vigencia, lo que da cumplida respuesta a la demanda que desde el sector empresarial le habíamos trasmitido a la ministra de Fomento para evitar los sucesivos cambios que, como he señalado, viene produciendo la práctica democrática.
La CEOE y SEOPAN han manifestando claramente su satisfacción por la elaboración del PEIT y la tranquilidad que la futura aprobación de este Plan en las Cortes Generales va a suponer para el mundo empresarial en general y para las empresas constructoras en particular. El mundo empresarial nunca ha entrado a calificar si un plan es mejor que otro o si es mejor invertir en ferrocarriles que en carreteras o en puertos, porque entiende que ésa es una tarea que corresponde a los políticos a la vista de las propuestas técnicas correspondientes. Lo que el mundo empresarial demanda con urgencia es una dotación de infraestructuras de transporte que permita competir, exportar y prestar servicios de una forma racional y al menor coste posible, y esto entendemos que el PEIT lo cumple adecuadamente.
El PEIT, pues, ya está encima de la mesa y entendemos que a partir de 2006 las actuaciones vendrán definidas por lo que definitivamente contenga y lo que desglosen los Presupuestos Generales del Estado en materia presupuestaria. Pero en medio queda el año 2005, con unos presupuestos ya aprobados y en el que ni el Plan 2000-2007 puede servir de guía ni el PEIT está aún vigente, por lo que es necesario definir lo que se va a hacer, porque estamos ya en febrero y el tiempo pasa rápidamente.
La situación es especialmente complicada en materia de carreteras, puesto que el anterior equipo ministerial agotó los presupuestos hasta el máximo posible -no sólo del ejercicio 2004, sino los del 2005, 2006 y 2007-, dejando prácticamente sin margen de maniobra al nuevo equipo. Ante esta situación, la ministra de Fomento ha sabido reaccionar con gran rapidez y agilidad, logrando la autorización del Gobierno, en octubre de 2004, para lanzar en 2005 un programa extraordinario, utilizando el llamado "método alemán", por la importante cuantía de 2.500 millones de euros, que sirviera de "Plan de enlace" entre el del anterior Gobierno y el PEIT. El mundo empresarial no puede sino felicitar al equipo de Fomento por esta actuación, que permitirá salvar un año clave, que de otra manera estaría perdido.
La materialización, por tanto, de los objetivos de licitación fijados para el 2005 por la ministra de Fomento mediante el "método alemán" supone en euros corrientes para la Dirección General de Carreteras un aumento del 34% respecto al total licitado en 2004 y un 19% respecto al 2003, solucionándose así el problema creado por los compromisos del anterior equipo en la licitación del año 2004. Al respecto, el pasado 3 de febrero, con ocasión de la presentación de los resultados del sector en 2004, llamábamos la atención desde SEOPAN sobre la necesidad de una rápida puesta en marcha de este programa de licitaciones y ofrecíamos, como siempre, la colaboración empresarial en lo que fuera necesario para lograr el objetivo marcado por Fomento.
No obstante lo anterior, para el periodo 2005-2008, la actual Dirección General de Carreteras y en concreto el programa 453.B (Autovías y Medio Urbano -artículo 60- y Acondicionamiento -artículo 61-), cuyos techos presupuestarios actuales fueron elevados de manera significativa por el anterior Gobierno a inicios del pasado ejercicio, presenta a la fecha una herencia presupuestaria con un total de créditos remanentes de 794 millones de euros, cifra con la que se han de afrontar los próximos cuatro años de legislatura, tanto para atender los adicionales presupuestarios de las obras en curso como para licitar y ejecutar nuevos proyectos de carreteras. Aun en el caso de que el Gobierno diera su aprobación a un aumento de los techos presupuestarios actuales de manera análoga a lo realizado por el anterior Gobierno en el pasado ejercicio, los créditos remanentes para el periodo 2005-2008 totalizarían unos 2.600 millones de euros frente a los 794 millones actuales, cifra, en cualquier caso, igualmente insuficiente para que la Dirección General de Carreteras, en su programa 453.B, pueda hacer frente a cuatro años de legislatura.
Si a lo comentado en el párrafo anterior se añade -como señalábamos en la Propuesta CEOE para la financiación privada de infraestructuras- la inevitable disminución en mayor o menor cuantía de los fondos europeos aplicados a la creación de infraestructuras, resulta evidente la necesidad de la colaboración público-privada en la construcción y financiación de infraestructuras.
El Ministerio de Fomento así lo entendió y recogió en el PEIT la propuesta de la CEOE, llegando a una cuantía del 20% de la financiación privada en el programa de carreteras. Asimismo, cuando el programa CEOE se presentó ante el equipo económico del Gobierno, con presencia del propio vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, la reacción fue de claro apoyo a todas las inversiones en autopistas de peaje directo -"se pueden poner en marcha ya"- y a la necesidad de "estudiar y profundizar en los restantes sistemas para asegurar que serán aceptados en la UE y no crearán problemas de déficit en el futuro".
Como hemos señalado, el año 2005 se va a poder salvar gracias a la brillante gestión de la ministra de Fomento en relación con el "método alemán", pero en este mismo año se debe licitar también, para que la inversión pueda materializarse a partir de 2006 y años siguientes, un importante paquete de autopistas de peaje, ya que los procesos de proyecto y expropiación requieren plazos dilatados. En este sentido, también pedíamos al Ministerio de Fomento la puesta en marcha lo mas rápidamente posible de estos programas, que, según parece, no gustan a algunas organizaciones empresariales, que, sin embargo, respaldaron con gran entusiasmo la propuesta de la CEOE que las contenía.
Por otra parte, en 2004 fueron licitadas por el anterior equipo del Ministerio de Fomento una serie de obras del GIF por el sistema de proyecto y obra, sistema que a nadie gusta demasiado por los costes que su licitación suponen para todas las empresas, y que con buen criterio -a nuestro juicio- fueron suspendidas por el nuevo equipo de Fomento, para volver a ser licitadas una vez redactados de nuevo los proyectos.
Estas obras, que tienen un presupuesto estimado de 1.400 millones de euros, y que son el motivo de la reducción de la licitación en 2004, entendemos que deben ponerse en marcha lo más rápidamente posible y añadirse a los programas que para 2005 tenga elaborados el ministerio. En ese sentido, SEOPAN pedía el pasado 3 de febrero la urgente terminación de los proyectos y su licitación, equilibrando así la situación negativa temporalmente creada. Al respecto se ha de destacar que ya han sido licitados los concursos anteriormente suspendidos para la redacción de los proyectos.
Por parte de SEOPAN, no sólo hemos defendido estas propuestas -que consideramos razonables-, sino que hemos colaborado activamente con la CEOE en elaborar el programa presentado y en la actualidad estamos desarrollando en detalle, a través de dictámenes jurídico-económicos de la mayor solvencia, la posibilidad de los otros tipos de colaboración público-privada ya anunciados en el programa CEOE, que esperamos presentar en breve plazo.
Vemos, pues, que 2005 es un año clave para las infraestructuras del transporte, en el que se tiene que producir: la aprobación en las Cortes del PEIT, la recuperación de la línea de crecimiento en los volúmenes de licitación, la puesta en marcha de un paquete de autopistas de peaje y el desarrollo e implantación de los sistemas de licitación con colaboración público-privada. Todo ello constituye un reto importante para el Ministerio de Fomento y para todo el Gobierno, ya que si estos objetivos se logran, nuestro país seguirá creciendo y creando empleo en uno de los sectores más dinámicos, la construcción.
A lo largo de sus ya casi 50 años de historia, SEOPAN ha intentado defender siempre los intereses de sus empresas asociadas, pero también y en todo momento ha hecho su seña de identidad en poner toda su ilusión, recursos y capacidad al servicio de los intereses del país. En aras de ese espíritu de servicio hemos colaborado en la elaboración del Programa CEOE y queremos colaborar en la puesta en marcha, lo más rápidamente posible, del PEIT que definitivamente aprueben las Cortes Generales.
Enrique de Aldama es presidente de SEOPAN y vicepresidente de CEOE.
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