El Gobierno aprueba hoy un conjunto de ayudas urgentes para los vecinos del Carmel
Zapatero modifica su agenda para conocer de cerca la situación del barrio barcelonés
El Consejo de Ministros aprobará hoy un conjunto de medidas urgentes de ayuda a los afectados del barrio barcelonés del Carmel. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, modificará su agenda y, probablemente, visitará la zona donde se produjo el socavón por las obras del metro, y mantendrá una entrevista con el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall. Entre las medidas del Gobierno figura una ayuda directa de 10.000 euros para las familias afectadas y otros 1.500 euros suplementarios en concepto de reposición mínima de enseres.
Zapatero tenía ya previsto desplazarse a Barcelona para asistir a un macroacto en apoyo de la Constitución europea junto al presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, acto al que finalmente no asistirá el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
Las previsiones iniciales del presidente del Gobierno han ido cambiando a medida que la situación del barrio afectado seguía siendo incierta. Durante toda esta semana, el Ejecutivo central evaluó la posibilidad de que el presidente anunciara ese conjunto de medidas de choque en Barcelona y de viva voz. Y eso será lo que ocurra.
Estas ayudas se añadirán a las prometidas por el consejero de Política Territorial de la Generalitat, Joaquim Nadal, el miércoles durante su comparecencia parlamentaria. Estas ayudas consisten en 30 euros por persona y día y 20 por persona en caso de parejas, siempre en concepto de dietas. Si el inmueble ha sido demolido recibirán 2.000 euros de forma inmediata, y en caso de que éste sea susceptible de ser ocupado de nuevo, 1.000 euros. Para los comerciantes se destinarán 1.500 euros por trabajador empleado y mes, incluyendo el titular del negocio. Ambas ayudas forman parte de un paquete conjunto anunciado por el presidente catalán, Pasqual Maragall.
Pleno extraordinario
Las medidas urgentes que hoy anunciará el Gobierno central serán el telón de fondo al debate político que prosigue en Cataluña. Los tres grupos que apoyan al Ejecutivo catalán aceptaron ayer celebrar un debate monográfico en el Parlament para investigar lo sucedido en el Carmel, una propuesta que salió de los bancos del Partido Popular y que satisface al Ejecutivo de Maragall porque aleja en el tiempo la eventual creación de una comisión de investigación parlamentaria y le da un mayor margen para solucionar la crisis sobre el terreno.
La convocatoria de un pleno extraordinario fue la propuesta que hizo el líder de los populares catalanes, Josep Piqué, a Maragall para evitarle la petición de dimisiones inmediatas y la creación de una comisión de investigación por la vía de urgencia.
Celebrar el pleno extraordinario también permite al Gobierno tripartito y al Partido Popular evidenciar el aislamiento de Convergència i Unió en la Cámara catalana y en su empeño para reclamar dimisiones y la inmediata investigación en el Parlament. En caso de crearse la comisión, los nacionalistas tampoco tienen ante sí un camino fácil, puesto que el PP exigirá que se investigue "de principio a fin qué ocurrió en el Carmel", lo que también implicaría fiscalizar cómo se gestó el proyecto de la obra, que coincidió en la última etapa de Convergència i Unió al frente del Gobierno catalán.
Comisión de investigación
La necesidad o no de crear una comisión para esclarecer lo sucedido, sin embargo, abrió ayer un nuevo conflicto entre el Ejecutivo de Maragall y el Gobierno central. El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, que el martes se paseó por el Carmel con el presidente catalán, defendió, en declaraciones a Antena 3 Televisión, la necesidad de crear una comisión parlamentaria para dilucidar lo sucedido tanto desde el punto de vista técnico como político. Sevilla, sin embargo, rectificó horas después sus declaraciones, y afirmó que con sus palabras no había querido referirse a la necesidad de crear una comisión de investigación parlamentaria sino a acabar las investigaciones ya anunciadas por el Gobierno catalán.
Las primeras declaraciones del ministro, sin embargo, no gustaron en absoluto a Maragall, que desde el Parlamento de Cataluña le espetó a Sevilla: "El ministro tiene menos información de la que tenemos nosotros". En cualquier caso, Maragall fue contundente al proclamar en el hemiciclo que habrá "transparencia, luz y taquígrafos, incluso a nivel parlamentario".
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