Bruselas expedienta a Vodafone y T-Mobile por tarifas abusivas
La denuncia se refiere al cobro a otras compañías en Alemania
La Comisión Europea envió ayer sendos pliegos de cargos a las compañías de telefonía móvil alemanas T-Mobile y Vodafone, por abuso de posición de dominio y por imponer precios excesivos en las llamadas de abonados de otras compañías desplazados a Alemania (denominado itinerancia o roaming). De confirmarse las acusaciones, las dos compañías podrían ser multadas con hasta el 10% de su facturación.
La investigación fue abierta hace años por Mario Monti, el anterior responsable de Competencia, y las pruebas sobre el terreno se acumularon en julio de 2001, aunque las acusaciones de abuso llegan hasta 2003. Desde 1997, en el caso de T-Mobile, y desde 2000 para Vodafone, las dos compañías estuvieron cargando en Alemania a los abonados de otras telefónicas comunitarias precios tres veces más altos por el uso de sus líneas (el denominado roaming, en la jerga del sector) que las tarifas que aplicaban a sus propios abonados, de acuerdo con los datos recabados por la Comisión.
El roaming o itinerancia entra en funcionamiento cuando un abonado sale de su país y emplea su teléfono móvil. En ese caso, debe recurrir a la ayuda de las telefónicas locales. Los inspectores de Bruselas han llegado a la conclusión de que T-Mobile y Vodafone se aprovecharon de la posición dominante en el mercado germano para cargar a los usuarios cautivos en Alemania tarifas varias veces más caras que la aplicadas por otros servicios telefónicos comparables y que excedían con mucho los precios que T-Mobile o Vodafone cargaban por las llamadas hechas por los usuarios nacionales.
Una cuestión personal
La Comisión se ha tomado este presunto abuso como una cuestión personal. "Gracias a las acciones de la Comisión para coordinar todos los estándares de telefonía móvil, la gente puede usar sus teléfonos móviles en cualquier país de la Unión", decía el comunicado que daba cuenta de la apertura del expediente. "La Comisión no quiere que esta ventaja se pierda por las altas tarifas del roaming, que contrastan grandemente con las mucho menores aplicadas a las llamadas nacionales".
Aunque la facturación por el roaming es cargada entre compañías, las distintas telefónicas las repercuten directamente a los abonados. Esta intervención de la Comisión "va dirigida a garantizar que a los consumidores europeos no se les haga pagar en exceso cuando utilizan sus móviles en sus viajes por la UE".
Los pliegos de cargo enviados ayer se suman a los remitidos el pasado verano a la filial de Vodafone en el Reino Unido y a la también británica O2, porque es en Alemania y en el Reino Unido donde más se abusa de la posición dominante, según la Comisión. Las compañías tienen tres meses para responder.
En el caso más extremo, y si se prueban las acusaciones, la Comisión podría imponer una multa de hasta el 10% de la facturación, aunque lo habitual es que la sanción no supere el 2%-3%. T-Mobile facturó 22.800 millones de euros en 2003.
Un portavoz de Vodafone anunció que la firma estaba analizando el pliego de cargos recibido por la mañana para oponerse a las acusaciones.
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