El desplome en el túnel del Carmel fue el tercero de la obra
Antes del hundimiento en la galería auxiliar hubo dos en la principal
El hundimiento en el barrio barcelonés del Carmel que comportó el desalojo de 1.057 personas fue el tercero que se producía en la misma obra, aunque los otros dos fueron mucho menores y, según diversos técnicos consultados, no prefiguraban lo ocurrido posteriormente. Varios técnicos vinculados a la obra consultados aseguraron que estos hundimientos no permitían adivinar el fatídico socavón que luego se produjo en el túnel de maniobras.
Los tres hundimientos registrados son accidentes que acostumbran a ocurrir en la construcción de túneles. El fenómeno es habitual en este tipo de obras y conocido con el nombre de "chimenea". Se llama así porque se trata de un hueco que se abre en la excavación, de un túnel o de una mina, que provoca un hundimiento. Los dos primeros no provocaron ningún socavón en la calle. El propio consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, explicó el pasado miércoles, durante su comparecencia en el Parlament que se han registrado chimeneas en túneles de toda Europa, de España, Cataluña y, añadió, "en esta misma obra". Nadal se refería especialmente al primero de los hundimientos.
El primer hundimiento se produjo cerca de la estación de Vall d'Hebron, justo al inicio de la obra y, aproximadamente, donde Transportes de Barcelona había sugerido que se instalase el túnel que estaba previsto en Horta y que, finalmente se trasladó al Carmel y provocó el derrumbe. Este problema se produjo a finales de 2002 o principios de 2003, con CiU aún en el Gobierno de la Generalitat de Cataluña.
Tratamiento de la chimenea
El tratamiento de esta chimenea fue el previsto en los protocolos habituales: compactación de las tierras y cementación de la superficie. No se produjo hundimiento de la bóveda del túnel porque la excavación se hallaba en sus primerísimas fases.
La segunda chimenea se produjo mucho más cerca de la que dio origen a la crisis iniciada el 25 de enero pasado: en la estación del Carmel. El incidente ocurrió durante el pasado verano, posiblemente agosto, aunque los técnicos consultados no pudieron establecer la fecha con precisión. Fue también según las mismas fuentes, un problema menor que se solventó aplicando las normas previstas en estos casos. No obstante, este hecho coincide con diversas quejas vecinales que llegaron a ser atendidas, aunque no se les dio respuesta precisa, en la oficina que la Unión Temporal de Empresas (UTE) tiene en la zona de obras. Los vecinos afirman recordar que notaron temblores y que apareció alguna grieta menor, sobre todo en comparación con lo ocurrido posteriormente. La estación de Carmel es paralela al túnel de maniobras donde se produjo a finales de enero la gran chimenea que obligó a desalojar al vecindario.
El tramo de nueva construcción, con las obras actualmente paralizadas, tiene una longitud de 2.710 metros y supone la construcción de tres nuevas estaciones en la línea 5, que, una vez terminada, irá desde Cornellà hasta Horta, con un trazado que sumará 19,3 kilómetros.
Para realizar este tramo se ha hecho una cata o sondeo cada 69 metros, una frecuencia inferior a la utilizada en la línea 9, que ha sido de una cada 45 metros, pero muy superior a la de la ampliación de la línea 3 entre Montbau y Canyellas, un territorio cercano, donde las catas se han realizado cada 142 metros.
La decisión de llevar el metro hasta el Carmel data de 1974. Posteriormente, ya reinstaurada la Generalitat y con CiU en el gobierno, éste anuló el proyecto, que resucitó en 1995. En un principio se pensó en que el metro se acercara sólo al barrio, pero finalmente, y con la aquiescencia vecinal, se decidió llevarlo al centro del barrio.
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