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Alivio en Italia al acabar "la locura del 53" en los sorteos de la 'lotto'

La extracción el miércoles en la lotto de Venecia del número 53, que llevaba más de 180 sorteos sin salir, ha hecho millonarios a algunos italianos pero, sobre todo, ha acabado con lo que muchos consideraban una auténtica maldición. Y es que la bola del 53 se negaba a aparecer desde hace más de veinte meses, una ausencia que convirtió al número en una obsesión nacional y, de paso, en el más apostado de la lotto: han sido nada menos que 4.390 millones de euros lo que los incansables jugadores han desembolsado en los dígitos en cuestión. A cambio, el 53 repartirá cerca de 600 millones de euros entre los afortunados, aunque la cantidad exacta aún se desconoce ya que varía en función de lo que cada jugador haya decidido apostar. La extracción, que muchos medios califican de "histórica", supone el fin de una especie de locura colectiva que ha llevado a algunos italianos a perpetrar actos insólitos, como el de un empleado bancario de Pavía que sustrajo un millón de euros de las cuentas de varios clientes para apostar al ansiado 53. Algunos casos han sido bastante más dramáticos, como el de una mujer de Carrara que, arruinada por una exorbitante apuesta, se suicidó arrojándose al mar, o el de un jubilado que mató a su esposa e hijo y luego se quitó la vida tras dilapidar su fortuna en el aciago número. "El fin de una pesadilla", titulaba ayer el diario romano Il Messagero, que destaca que el premio millonario que la lotto tendrá que desembolsar por la salida del 53 "no hará quebrar la banca; esta vez ha sido la banca la que ha hecho quebrar a los italianos". La ansiada noticia de la extracción corrió como la pólvora e incluso los informativos que se emitían a la hora del sorteo hicieron una breve interrupción para anunciarla, en medio de la excitación general y con un suspiro de alivio colectivo. El ministro de Economía, Domenico Siniscalco, que recientemente había instado desde el Parlamento a apostar "con cabeza" y sentido del límite, mostró ayer su alivio porque se haya puesto fin a "la locura del 53". "Me alegro por los ganadores y lo siento por los perdedores. Pero, sobre todo, estoy muy contento de que haya terminado esta fiebre, que tenía mucho de irracional", afirmó. La frenética búsqueda por el 53 ha puesto de manifiesto la pasión de los italianos por el juego: sólo el año pasado gastaron cerca de 23.000 millones de euros en juegos de azar.-

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