Ventura Pons aborda en su película 'Amor idiota' la "necesidad del otro"

Dice Ventura Pons que cuando leyó la novela Amor d'idiota, de Lluís-Anton Baulenas, el tema que trataba, el de "la necesidad del otro", le "encandiló". Así que decidió llevar la obra al cine. La película, la que suma 17 en la filmografía del director y la segunda inspirada en un libro de Baulenas (la anterior fue Anita no perd el tren), llegará mañana a los cines con el título Amor idiota y protagonizada por Santi Millán y Cayetana Guillén Cuervo.

El largometraje narra la obsesión de Pere-Lluc (Santi Millán) por una mujer a la que conoce por puro azar y de la que se enamora perdidamente. Ella, Sandra (Cayetana Guillén Cuervo), está felizmente casada -al menos, eso parece- y lleva una vida ordenada y estable hasta que irrumpe en ella su insólito admirador. En opinión de Ventura Pons -que ayer presentó el filme a la prensa junto a sus dos actores principales y Baulenas-, hay en el asunto de la película "una cierta parábola del mundo contemporáneo". "He intentado retratar ese permanente desconcierto en el que vivimos y la soledad del mundo occidental, algo tan de estos tiempos", precisó.

Como el libro, el filme, que arranca con una escena en la que Pere-Lluc, con una copa de más, deposita su miembro viril en una fuente de carn d'olla, contiene una elevada carga erótica. Aparece en él una tanda de hasta 18 actos sexuales seguidos. Pons justificó la efusión. Argumentó que, tras la persecución constante del chico a la chica sin que ésta reaccione, cuando al fin lo hace "se necesitaba una explosión". "Y el sexo", añadió, "es un motor muy importante en una relación". En este sentido, comentó que el rodaje "no fue fácil" para los actores. "Yo tenía un cierto pudor en las escenas de sexo, imagínense ellos", dijo el director, quien aseguró que cualquier incomodidad se había superado "gracias a la química que hubo entre ellos".

Guillén Cuervo y Millán, que afronta en Amor idiota su primer papel protagonista en el cine, asintieron. "Es cierto que los personajes están muy expuestos", apuntó la actriz, "pero, en estos casos, el clima del rodaje ayuda mucho, y en éste hubo muy buen rollo". "Entre polvo y polvo incluso hablábamos", bromearon.

Fuera de Cataluña, la película, rodada en catalán -el idioma que habla Pere-Lluc con los personajes de su entorno-, y castellano, la lengua que usa Sandra, se estrenará en dos versiones: con subtítulos -sobreimpresos en las escenas en catalán- y doblada. Pons ha intentado que el doblaje tenga una presencia mínima gracias al relato de una gran parte de la historia a través de la voz en off del protagonista. "Narrativamente, quizá sea un poco complicado para el espectador, ya que la estructura es poco convencional, pero no creo que sea un inconveniente para entender la película, cuyo tema es universal", consideró Millán.

Amor idiota, que participará en la sección Panorama del Festival de Berlín, es una coproducción de Els Films de la Rambla, la productora de Ventura Pons, y Latido, con capital andorrano.