Igualdad

Afirma Soledad Murillo, secretaria general de Políticas de Igualdad, que la Constitución europea obliga a que la igualdad sea un logro y no un principio.

Yo, trabajadora y madre, me pregunto de qué manera ese principio va a acabar convirtiéndose en logros y avances reales para la mujer. El principio de igualdad de retribución entre hombres y mujeres ya está garantizado a través de los convenios colectivos de los diferentes sectores; sin embargo, continúan existiendo diferencias salariales que pueden llegar hasta el 30%.

¿Qué circunstancias subyacen detrás de esas diferencias? Políticas de conciliación de vida familiar y laboral pensadas y llevadas a cabo mayoritariamente por mujeres, acceso tardío de la mujer a una carrera profesional que la lleve a ocupar puestos de responsabilidad, permisos y excedencias por maternidad utilizadas mayoritariamente por las madres...

El principio de igualdad en general y más concretamente en materia de retribución no podrá ser una realidad mientras no haya una igualdad de responsabilidades en el ámbito familiar. Podemos imaginar a un padre valorando el impacto en términos de dedicación que tendrá en su familia un ascenso profesional o planificando una nueva paternidad asumiendo la responsabilidad del cuidado del hijo. Cuando estas situaciones se conviertan en una realidad y no en una anécdota, estaremos allanando el camino para que las políticas de igualdad en el ámbito laboral y empresarial sean realmente un logro.