Heroína de la mar

A Ellen MacArthur, la reina de las regatas oceánicas en solitario, el único vicio que se le conoce es el de la navegación, que para ella lo es todo desde los cuatro años. Ni tabaco ni alcohol como los marinos clásicos. Como sir Robin Knox-Johnston, por ejemplo, el primer hombre que circunnavegó el planeta sin escalas ni asistencia. Este pionero empleó 313 días en su singladura, culminada el 22 de abril de 1969. En algún compartimento estanco de su legendario velero, el Suhaili, almacenó una caja de whisky y otra de coñac, 120 latas de cerveza y 3.000 cigarrillos.

Nacida hace 28 años en Derbyshire, en la campiña inglesa, lejos de la mar, Ellen batió en la noche del lunes el récord de la vuelta al mundo en velero rebajando la anterior marca, que poseía desde 2004 el francés Francis Joyon, en más de un día. Cubrió el recorrido, 27.348 millas naúticas (50.648 kilómetros), en 71 días, 14 horas, 18 minutos y 33 segundos.

No ha hecho otra cosa esta menuda e intrépida deportista que cumplir un viejo sueño. Fue a los cuatro años cuando visitó a una tía en la costa oriental del Reino Unido y dio su primer paseo en barco. Los ocho siguientes los pasó ahorrando el dinero de las comidas, una libra diaria, para comprarse uno pequeño. Su fascinación por la vela era superior a sus fuerzas. Convaleciente de una mononucleosis, vio en el televisor del hospital una etapa de la Whitbread, la vuelta al mundo con tripulación y decidió hacerse navegante profesional. Para ello durmió en contenedores en los puertos, leyó a los clásicos de la vela, como Moitissier o Chichester, y escatimó en gastos todo lo que pudo para desviarlos a su gran pasión.

Ahora es una estrella. "Todo lo que se propone lo consigue", afirma Álex Pella, el mejor navegante solitario español. A bordo de un trimarán (un velero de tres cascos) de 25 metros de eslora, MacArthur ha puesto el listón muy alto. Pocos navegantes disponen de la estructura y el apoyo de la británica, una celebridad en su país: la reina Isabel II le envió ayer un telegrama de felicitación y el Gobierno anunció que la condecorará con el título de Dama del Imperio.

Patrocinada por una multinacional del bricolaje, B&Q, MacArthur temió por su récord cuando pasó el cabo de Hornos: se le rompió una pieza de sujeción del mástil, contratiempo que recortó gran parte de la ventaja que había conseguido respecto a la travesía de Joyon. Luego sufrió las calmas ecuatoriales para finalmente afrontar el último tramo con una ventaja que conservó hasta el lunes por la noche, cuando cruzó la meta, una línea imaginaria situada en el Canal de la Mancha, entre la isla francesa de Ouessant y el cabo británico Lizard.

Ya no sólo es la mujer que más rápido ha dado la vuelta al mundo en un velero, proeza que logró con 24 años en la Vendée Globe 2000-2001. Ahora también ostenta el récord mundial de circunvalación del globo. Y sólo tiene 28 años.