Tres goles por partido

"No presto atención a los récords. Prefiero ganar la Liga sin lograr ninguno". Ajeno a las seis victorias consecutivas en la Liga que, antes que él, sólo logró como debutante otro técnico, el argentino Luis Carniglia en la temporada 1958-59, el mensaje del brasileño Vanderlei Luxemburgo ha despertado a los aletargados futbolistas del Madrid.

Desde el aterrizaje sorpresa, el 30 de diciembre, en el aeropuerto de Barajas, del relevista de Mariano García Remón en el banquillo, el Madrid ha experimentado un vuelco en su juego y, en especial, en sus resultados. De estar alejado de la lucha por el título a echarle el aliento en la nuca al líder, el Barça. El 5 de enero, el conjunto de Frank Rijkaard, con 42, aventajaba en 13 puntos a los madridistas. Un mes después, su renta se ha reducido a cuatro.

Salvo el fracaso en la Copa del Rey, en la que el Madrid cayó eliminado por un segunda, el Valladolid, al que no pudo ganar en ninguno de los dos partidos, el Madrid vence y, poco a poco, convence en el torneo liguero. Sus víctimas han sido el Atlético (0-3), el Zaragoza y el Mallorca (3-1), el Numancia (1-2) y el Espanyol (4-0). Pero posiblemente el rumbo no habría sido tan modélico de no ser por la balsámica victoria en los seis minutos -jugados el día de Reyes- que restaban frente a la Real Sociedad tras la amenaza de bomba en el Bernabéu a principios de diciembre. Amén de un penalti a Ronaldo transformado por Zidane, Luxemburgo mentalizó a sus jugadores de que era posible recortar al Barça tres puntos en un suspiro.

Sin contar la decisiva remontada ante los donostiarras, el Madrid de Luxemburgo ha marcado 15 goles en cinco encuentros -el 66% en el Bernabéu-, a una media de tres por cada 90 minutos. Registros que recuerdan a los 3,06 que firmó el equipo en la temporada 1959-60 o a los 2,8 por encuentro que, bajo el mando del británico John Toshack, logró el de la quinta del Buitre, el que estiró sus guarismos hasta los 107 goles.

Ocurre, además, que en este Madrid de Luxemburgo el acierto rematador parece más repartido que nunca. Hasta diez jugadores han visto puerta con el brasileño en el banquillo. Raúl, que hizo doblete ante el Espanyol -lo que no conseguía en la Liga desde el 20 de marzo de 2004 en San Mamés frente al Athletic- encabeza la clasificación de goleadores con tres tantos, los mismo que Ronaldo. Les siguen, con dos, Solari. Y uno por cabeza han logrado Beckham, Figo, Owen, Samuel, Zidane, el recién llegado Gravesen e incluso Míchel Salgado, que en la Liga, en la que debutó hace diez años,sólo había logrado cinco tantos, tres con el Celta y dos con el propio Madrid.

También le ha ido bien al conjunto blanco en el apartado defensivo. En los cinco partidos completos bajo la dirección de Luxemburgo sólo ha concedido tres goles. Los afortunados fueron Villa, del Zaragoza; Campano, del Mallorca, y Miguel, en la gélida visita del Madrid al Numancia. Así que Casillas ya es el portero menos goleado: 15 tantos en 21 encuentros.

El próximo fin de semana se vivirá en El Sadar un apasionante duelo por la Liga. El Madrid se medirá en Pamplona a un Osasuna que lleva cuatro jornadas sin ganar. En caso de imponerse, Luxemburgo mejoraría el registro de Carniglia.

"Nosotros siempre dijimos que la Liga estaba muy viva y así es", apunta Helguera. "Para mí, la Liga la va a ganar el Madrid", refiere a su vez Salgado. "Por encima de todo, ganamos. Si luego, encima, mejoramos en nuestro juego, mejor que mejor", prosigue. "Estamos creciendo en todas las facetas del juego. Con una buena segunda vuelta, podemos ganar la Liga", recalca para finalizar con tono elocuente: "Han pasado pocos días y muchos puntos".